One Shots - Tom Holland

1. Tom Holland

Título: "Estoy aquí".

Advertencia: No.

Mis ojos no daban más. Los necesitaba cerrar por lo menos cinco minutos.

Dejo mi lápiz en el escritorio y me acerco a mi cama para descansar mi espalda.

Suspiro aliviada cuando apoyo mi lindo cuerpecito en el mullido colchón y cierro mis ojos. El sonido de mi celular me sobresalta, lo agarro refunfuñando y contesto sin abrir mis ojos.

― ¿Si?

―Algo me dice que te quedaste dormida, cariño― La voz de Tom al otro lado del teléfono me hace sonreír.

―Me conoces perfectamente.― Ambos reímos y me separo del teléfono para ver la hora.― ¡Mierda, Tom! Son las 7 de la mañana, si no salgo ahora llegaré tarde a mi examen.

―Tranquila, te llamé un taxi y le dije a tu compañera... ¿Lisie? Que te comprara un café y una dona.

― ¿Qué? ¡Por dios! Te amo.― Puse el altavoz y me empecé a vestir rápidamente. Ya no tenía tiempo de tomar una ducha.― Espera ¿Cómo sabias que me quedaría dormida?

―Te envié mensajes y no respondias.―Sonreí inconscientemente y me terminé de peinar.― Si estuviese contigo te despertaría a besos todos los días y empezarías siempre el día con una sonrisa.

―Depravado.― Me rio y agarro de nuevo mi teléfono.― Amor te tengo que dejar, un beso y gracias.― Salí corriendo y un taxi me estaba esperando fuera de mi edificio.― Te amo, Thomas Stanley Holland.― Susurro y me subo por fin al taxi.

Llego cinco minutos antes de que el examen comience. Lisie me entrega mi café y mi dona y yo me los devoro antes de siquiera entrar al salón.

― ¿Te podrías quedar dormida todos los días para que tu novio me llame, por favor? Me encantó, es todo un caballero ¿En dónde lo encontraste?― Nadie sabía que Tom era mi novio, pero no era porque lo escondiera, sino porque nunca se había dado la ocasión de compartirlo.

―Era mi vecino ¿Estudiaste para el examen?― Nos sentamos en nuestros lugares y esperamos a que el profesor entrara.

―Sí, pero no pude estudiar los músculos del muslo y de la pierna, si preguntan ¿Me ayudas?― Me rogó y yo le sonreí mientras asentía.

―Toma.― Le tiendo un post-it.― Póntelo entre medio de las piernas y léelo si salen las preguntas.

―Me encanta que hagas resúmenes de todo.― Hizo lo que le dije y me sonrió.

...

El examen me dejó muerta. Aprenderse casi 500 músculos era agotador, y más si le agregamos el aprenderse sus funciones. Pero bueno, por lo menos logré responder la mayoría de las preguntas y me voy tranquila de que di lo mejor de mí.

Cuando salgo de la facultad de medicina camino hacia la parada de autobús mientras busco mis audífonos en mi mochila. Siento como alguien tira de mi brazo, por lo que, como acto reflejo, le lanzo un golpe en el estómago.

―Mierda, cariño. Soy yo.― Se queja Tom y yo me lanzo a sus brazos.

―Perdón, perdón, no sabía que eras tú.― Me alejo del abrazo y le agarro su cara para observarlo mejor mientras el me sigue sosteniendo de la cintura.― Pero ¿Qué haces aquí? ¿No estabas de gira?

―Suspendieron la gira por Brasil porque habían muchas tormentas eléctricas y no podíamos viajar.― Hace una mueca.― Quería ir, pero más quería ver a mi chica ¿Cómo te fue en el examen?

―Arrasé con él.― Sonreí y él me besó. Suspiré al sentir sus labios después de tanto tiempo y él aprovechó de introducir su lengua en mi boca. Por dios que lo había extrañado.― Te extrañe tanto.― Murmuré mientras le acariciaba su cara.― Llévame a casa.― Tom entrelazó nuestras manos y me llevó al coche que, lo más probable, había arrendado.