One Shots - Tom Holland

16. Tom Holland

Título: “Golf”

Advertencia: Smut pervertido

Siento algo en mi espalda y abro los ojos asustada.

―Hey, soy yo.― Tom me sonríe en la oscuridad.― Ya me voy.

― ¿A dónde?― Pregunto con el ceño fruncido y con voz adormilada.

―A jugar golf con mi papá y los chicos ¿te acuerdas?― Me viene a la cabeza el recuerdo de los chicos hablando sobre eso y asiento. Vuelvo a poner la cabeza en la almohada y Tom me da un beso en la mejilla mientras me acaricia el pelo.― Recuerda que tienes que ir a casa de mis padres a ayudar a mi mamá con la fiesta de Paddy.― Suspiro y asiento.

―Y tu recuerda pasar por su regalo.― Murmuro. Tom me da un beso en el cuello y los vellos de mi piel se erizan.― No hagas eso.― Ronroneo. Siento su sonrisa en mi espalda y su mano bajando por mi costado.― ¡Tom!

―Bien, bien.― Se separa de mí y lo sorprendo riéndose.― No creo que nos demoremos mucho, así que lo más probable es que llegue a tiempo para ir contigo a casa con mamá.― Asiento y Tom me da un último beso para salir por la puerta. Vuelvo a cerrar los ojos y me dejo ir de nuevo al hermoso sueño que estaba teniendo.

Cuando vuelvo a abrir los ojos son las once de la mañana, me levanto rápidamente, me pongo una de las camisetas de Tom que hay por el suelo y camino hacia la cocina. No tengo tiempo de tomar desayuno, pero si o si necesitaré algo de café en mi organismo para poder funcionar el día de hoy.

Miro atentamente la cafetera, esperando que el café se termine de hacer.

―Apúrate.― Le susurro impaciente a la máquina.

―No creo que se apresure si tú se lo dices, cariño.― Tom entra en la cocina y salto en el lugar asustada.

―Me asustaste.― Digo con la mano en mi corazón sintiendo como este late como loco.

―Perdón.― Tom se acerca a mí y me abraza por la espalda.― Pensé que te iba a encontrar lista para ir a casa de mi madre.

―Me quedé dormida.― Descanso mi cabeza en su hombro y giro la cabeza para verlo.― Todavía estamos a tiempo.

―Sí, incluso tenemos tiempo para hacer otras cosas.― Las manos de Tom, que antes estaban en mi abdomen, bajan lentamente y me empiezan a acariciar los muslos.

―Llegaste temprano ¿Quién ganó?― Intento fingir que no me doy cuenta de lo que está haciendo, pero, cuando una de sus manos empieza a acariciarme la parte interna de mi muslo, no puedo evitar que mis piernas tiemblen, provocando que Tom me apriete más a su cuerpo evitando que caiga.

―Yo, por supuesto.― Me susurra en el oído y tiemblo. Su mano ahora está acariciando mis labios íntimos. Agradezco la decisión de no haberme puesto bragas.― ¿Sin bragas, amor?― Tom tiene la voz ronca.

―Yo…recién levantada.― Me acaricia mi zona sensible y no puedo evitar gemir.― ¡Tom!

―Abre las piernas.―Obedezco sin rechistar y Tom me acaricia mi clítoris con uno de sus dedos. Con su otra mano se desabrocha sus pantalones y escucho como estos caen al suelo.― Apoya tus manos en la encimera.― Lo hago y él en un rápido movimiento apaga la cafetera, me sostiene las manos y me penetra fuertemente. Grito extasiada y Tom se empieza a mover dentro de mí. Cierro los ojos disfrutando de la sensación y me deleito con los movimientos y los susurros de Tom en mi oído. Separa su torso de mi espalda y empieza a acelerar las estocadas, gimo con cada una de ellas y siento como Tom se agarra de mis caderas fuertemente. Grito cuando el nudo de sensaciones se me instala en el abdomen y empiezo a sentir los calambres en mis piernas.― Vente conmigo, amor. Eso es.― Sus estocadas se hacen más rápidas y mis gritos también.― ¡____!― Grita y mi orgasmo nos envuelve a los dos. Tom me penetra dos veces más y siento como su esencia me llena.

Tom descansa su frente sudorosa en mi hombro y ambos intentamos regular nuestras respiraciones.

―C-creo que necesito una ducha.― Murmuro y Tom ríe en mi espalda.

―Creo que yo también.― Me levanto. Los dos gemimos cuando Tom sale de mí y nos sonreímos de forma pervertida.― ¿Crees que esta vez tengamos suerte?

―No lo sé, pero, por lo que comentaste, hoy estabas con una puntería increíble. Así que no me extrañaría.― Le sonreí y pase mis brazos por detrás de su cabeza.

―Ya quiero tener un mini Holland.― Tom pone su mano en mi abdomen y sonrío enternecida.

―Ya llegará.― Le doy un beso y él me sonríe ilusionado.― Pero por hoy tenemos que preocuparnos por el actual menor de los Holland.― Me separo de él y le golpeo el pecho para luego caminar a la ducha.

―Un intento más no estaría mal.― Tom me alza y me coloca en su hombro. Grito y él empieza a caminar hacia el baño.

― ¡Tom! Nos vamos a caer.― Tom abre el grifo de la ducha y me mete con ropa y todo dentro.― ¡Está helada!

―Tranquila, enseguida te hago entrar en calor.― Se saca su camiseta y entra en la ducha conmigo.― No dejaré de intentarlo hasta tener a nuestro propio mini Holland.

Les lanzo un poco de agua fría por si se calentaron 😎😎

Espero que les haya gustado esta historia y espero que dejen su estrellita sus comentarios.

Los quiero.