One Shots - Tom Holland

57. Tom Holland.

Título: "Hogar"

Advertencia: No.

Suspiré en los asientos traseros del auto que me estaba llevando hacia el aeropuerto de Los Ángeles. La avant premiere de la última película de Spiderman había sido muy agotadora, pero, fue una de las tantas experiencias hermosas de mi vida, por lo que no puedo quejarme.

Mi celular vibró en mi bolsillo y sonreí al leer de quien se trataba.

―Hola, amor, ya voy de camino al aeropuerto.― Digo en cuanto contesto.

―¿Te acuerdas de traer los regalos que prometiste?― Cierro los ojos al darme cuenta de que los había olvidado en el cuarto del hotel y escucho la risa de mi esposa.― Tranquilo, le mandé un mensaje a Harrison y él los trae. No te van a odiar por olvidarlos.

―¡Por dios! como te amo.― Sonrío al darme cuenta que ella me conocía perfectamente. No sé qué hubiese hecho si se me olvidaban otra vez.― La vez pasada me dejó de hablar por todo un día, fue horrible.

―Y eso que te volvió a hablar solo porque le compraste un helado. ―Ambos reímos al recordarlo. Suspiro al darme cuenta que extrañaba a todos en casa y ella se da cuenta.― Ya queda poco, tranquilo.

―Me hubiese encantado que hubieras podido venir. ―Digo triste y me froto mi frente, agotado.

―Lo sé, a mí también.― Escucho un suspiro de su parte y veo por la ventana, dándome cuenta que ya estábamos entrando al aeropuerto.

―Estoy llegando al aeropuerto. Prometo ir directo a casa cuando llegue a Londres ¿sí?― Siento como sonríe y yo hago lo mismo.

―Está bien. Te amo. Cuídate.― Se despide y luego corta.

El trámite en el aeropuerto se hace largo y tedioso, pero, la llegada de Harrison a mi lado la hace más ligera y puedo encontrarme bromeando con él libremente.

Diez horas más tarde, nos encontrábamos bajando del avión y recogiendo nuestras maletas. Harrison había contratado un chofer para llevarnos a nuestras casas, lo cual agradecí, ya que, en Londres, era muy tarde y no quería que nadie saliera de casa para venirnos a buscar.

―Ya estás en tu dulce hogar. Dale saludos a ____ de mi parte.― Me dice Harrison y yo sonrío al saber que estaba a minutos de reencontrarme con mi esposa.

―Se los daré. Gracias por traer los regalos que se me habían quedado.― Harrison hace un gesto de "no fue nada" y yo le palmeo el hombro suavemente.― Nos vemos mañana.― Me despido y bajo del auto para luego caminar con mi maleta hacia la puerta de mi hogar.

Entro lo más silencioso que puedo y camino hacia el salón para dejar las maletas en ese lugar, pero, al entrar, me sorprendo al encontrar una lámpara encendida y a mis dos mujeres recostadas en el sofá.

Me acerco a _____ y sonrío levemente al ver cómo abrazaba a nuestra hija en su pecho. Le peino un mechón de cabello que caía en su cara y me acerco a darle un beso en su frente.