—¿Por qué? — su voz salió ronca y dolorida por el desgarre de su garganta.—Te haces mucho daño. —Hoseok impotente por la situación se levantó del pequeño banco pasando sus manos por su cabellera rojiza en un acto de desesperación, porque jamás había visto a su amigo actuar de aquella manera tan primitiva y deprimente que le contagiaba a él también; le llenaba de ese dolor y desesperación.
—No tanto como el que siento.— susurro el pálido observando sus manos vendadas que cubrían sus heridas.
Hoseok después de detenerlo y evitar que cometiera una locura en la bodega lo llevo a la enfermaría de la universidad donde al instante curaron y vendaron sus manos que habían sido heridas en su desenfreno de dolor y sufrimiento.
Ahora solo permanecían en ese pequeño cuarto, blanco y solo, que era rodeado de medicamentos y cajas de medicinas para alguna emergencia.
—¿Que harás? — el alfa mas alto de los dos pregunto no queriendo saber la respuesta a esa pregunta.
—Nada. No puedo hacer nada cuando él ya dejo en claro sus sentimientos.
— Pero... Tiene que haber algo, algo que no sabemos y que él se niega a decir. Nadie en sus completos sentidos rechazaría a su destinado.
—Él lo hizo, Hoseok. Pero ya no quiero hablar de él.— Yoongi se dejó caer contra la camilla, apretó los labios evitando decir algo más.
La pastilla que minutos antes había ingerido por fin hizo efectos haciendo que el insoportable dolor de cabeza lo dejara en paz.
Ninguno de los dos dijo nada, no existían palabras para describir todas aquellas emociones que por su mente pasaban, todas aquella palabras que querían salir y expresarlas a los cuatro vientos, pero que, ninguno de los dos podría siquiera pronunciar. Porque no sólo eran dolorosas sino también prohibidas que era mejor mantenerlas guardadas en lo más profundo del alma, donde no siquiera ellos pudieran hallarlas ni un sus más oscuras pesadillas.
—H-hola. — una pequeña y débil voz interrumpió el silenció sepulcral que albergaban las cuatro paredes de esa habitación advirtiendo que ya no estaba sólos.
—Pasa, pasa. ¿Buscabas a la enfermera? —Hoseok fue el primero en hablar y responder al omega que permanecía en la puerta.
—S-si, pero veo que no esta. Será mejor que regrese después.
—¡No! Puedo ir a buscarla por ti, pasa y sientate mientras yo la voy a buscar.
—No es necesario puedo ir yo.— negó el omega, pero fue ignorado por el alfa que en menos de un segundo ya estaba fuera de la habitación y la dejaba cerrada.
El silencio volvió a reinar, ambos, omega –alfa, permanecían en silencio.
Yoongi pedía y rogaba por que lo dejaran dormir aunque sea por unos minutos, mientras que el omega observaba las cortinas azules sin mucha energía.El aroma a almizcle, madera con un toque de flores fue mínimamente percibido por el alfa, mezclado con dolor y sufrimiento, rodando con el de depresión, Yoongi ladeó la cabeza perezosamente, encontrándose con aquel rubio que minutos antes había visto en la cafetería.
Lo observó. Llegando a la conclusión de que no era feo más bien tierno e infantil, una cara pequeña, nariz respingada, pestañas largas, su aura denotaba dolor y vacío que opacaba su belleza natural. No entendía porque su alfa también lo había rechazado.
El rubio notó su mirada y lo miro, pero el no aparto la mirada, pudo ver aquellos ojos azules apagados, sin vida, sin fuerzas, tan opacos que se vio así mismo, su propio reflejo. Y el dolor que él sentía se mezcló con el suyo.
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BLUE 💜 Yoontae💜
FanfictionLibro 3 Aveces las circunstancias hacen que el destino de ciertas personas cambien. #22 Yoontae #12 Yoontae #9 Yoontae #7 Yoontae #Yoontae #Taehyung #Yoongi #Omegaverse #Dolor #Sufrimiento •Historia original. •100% mía. •Prohibida su adaptación y/o...