El sonido de las manecillas del reloj eran los únicos sonidos que reinaban dentro de la habitación blanca y espaciosa, los ventanales enormes permitían que los pocos rayos de sol de colaran dentro de la misma, dándole una vista increíble de la ciudad por fuera; personas vistas desde la distancia que parecían hormigas, autos siguiendo el camino marcado a su destino, edificios grandes y majestuosos, de gran arquitectura.
Retiro las gafas de sus pequeños ojos permitiendose tallarlos delicadamente buscando que el cansancio en ellos fuera menos, llevaba todo el día trabajando frente a la pantalla de la computadora que tenía la vista cansada e irritada por el brillo de la misma.
Lo único que buscaba en esos momentos era terminar con el trabajo que le habían encargado hacer, una propuesta innovadora y reveladora pero que no dejará de lado la esencia de la empresa Kim, el boceto que estaba realizando era algo ambicioso y diferente, una propuesta en la que había apostado todo. Ahora tenía la mayor parte, solo debía terminar algunos pequeños pero importantes detalles para que pudiera ser presentada ante el señor Mark y si tenía suerte ante el señor y señora Kim.
Se alejo del pequeño escritorio para levantarse de su lugar, su columna vertebral protesto ante la acción por lo que estiro su cuerpo.
Segundos más tarde, se percató de que su teléfono estaba vibrando sobre su escritorio por lo que lo tomo con rapidez percatando se de que Hyuna le estaba llamando.— Hola.— saludo apenas tomo la llamada, avanzo a la enorme ventana que ocupaba más de la mitad de la pared lateral a él.
— Hola Tae ¿Estás muy ocupado? — miro los edificios grises frente a él sin curiosas alguna.
— Un poco.— contesto regresando al escritorio donde la pantalla seguía mostrando el boceto en el que había trabajado todo el día.— Todavía no termino el boceto.
— ¿Podrías dejar el trabajo por hoy? Por favor. Vamos a comer algo, yo invito.
— ¿Ahora? — miro la hora en la pantalla percatando se que eran más de las cinco de la tarde.
— Si, tuve una reunión demasiada larga que no me dejó comer algo en todo el día. ¡Por favor! — suplicó su amiga atraves de la línea lo que terminó por convencerlo.
— Está bien, solo deja que guarde los archivos y mis cosas.
— ¡Perfecto! Te espero en la recepción.— apenas terminó de hablar Hyuna, colgó la llamada dándose prisa en guardar los borradores y archivos en la pendrive para no perder ningún de los documentos que había hecho.
Guardo y tomo sus casas personales teniendo cuidado de no olvidarse de nada.En esa oficina también trabajaban otros de sus tres compañeros de trabajo, aunque no se perdía nada, era cuidadoso de olvidar sus cosas.
Salió de la oficina cerrando la tras su espalda a penas salió, recorrió la distancia que que faltaba para llegar al elevador.
La amistad que tenía su Hyuna era extraña pero linda, eran compañeros de clases, amigos, cuñados y ahora empleado y empleador, que realmente no sabía cómo tratarla. Todos en la empresa sabían que él y Hyuna eran grandes amigos, ninguno sospechaba que era el hermano menor de uno de los arquitectos de la empresa y que ese arquitecto era novio y alfa de Hyuna.
Era mejor de esa manera, prefería cientos de veces que entre menos supieran más feliz y tranquilo estaba, siendo amigo de Hyuna algunos de los empleados lo mirarán raro y trataban de igual manera, no quería imaginarse como lo tratarían si supieran todo lo demás.
El ascensor se detuvo un piso después del suyo, con la mirada en el suelo se hizo a un lado dándole permiso a la nueva persona que entrara, de reojo se dio cuenta de que era un hombre, tal vez un beta, dado que su aroma no era percibido por sus sentidos olfativos, probablemente se trababa de alguno de los trabajadores de ese piso.
Miro la hora en su teléfono sin tomarle demasiada importancia. Probablemente tendría unos cinco minutos de tiempo extra para llegar a la recepción.
— Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, Taehyung.— su cuerpo de tenso al mismo tiempo que su Omega se encogió en su interior al reconocer esa voz.
Estuvo a punto de dejar caer su teléfono cuando su mirada busco a la persona que estaba en el mismo ascensor que el.— ¿Jungkook? — balbuceo haciendo su cuerpo había atrás, tuvo miedo, el recuerdo de lo sucedido en el baile de graduación de Yoongi lo golpeó. Un recuerdo amargo, triste, decepcionante y doloroso.
Tenía de frente a jungkook, el alfa que lo había rechazo, llevando al borde de la muerte y que le causó más daño que nadie en la vida. Su semblante sería y mirada penetrante lo hizo sentir pequeño e indefenso, ansioso y vulnerable ante lo que le pudiese pasar estando a solas con Jungkook.
¿Por qué lo tenía que encontrar?
— Con solo verte me doy cuenta de que estás bien, me alegro por ti.— de estremeció de pies a cabeza cuando la voz de Jungkook se profundizo.
— ¿Qué es lo que quieres jungkook? ¿Por qué no me dejas en paz de una buena vez? — atacó enojado, odiando la idea de que Jungkook le hablara de esa manera, como si tuviera el derecho de hacerlo.
Cómo si después de todo el dolor y daño que le causó se sintiera con el derecho de dirigirle la palabra como si no hubiera hecho nada.— No vine a este lugar para molestarte.— los ojos negros de Jungkook tenían un brillo muy distinto al de Yoongi.
Su respiración se agitó sintiéndose enfermo al respirar en mismo aire que Jungkook, el mismo lugar que la persona que le había hecho tanto daño.
Su corazón dolió ante el recuerdo mientras su Omega gimoteó dolido pero enojado al mismo tiempo al tener a jungkook de frente, tan inmutable como siempre.
Tan sereno y calmado que le enfermaba.
— ¿Eres feliz Taehyung? — apretó sus puños ante la inesperada pregunta de Jungkook.
¿A qué se refería con eso?
¿Por qué le pregunta si era feliz?
¿Había escuchado bien?
— ¿Eres feliz ahora Taehyung? ¿Eres feliz con ese alfa?
— ¿Por qué lo preguntas?
— Solo quiero saber si al menos tu eres feliz después de todo el dolor que he causado. Después de arruinarte la vida, ¿Eres feliz al lado de un hombre que puede amarre sin reservas, tan libremente como yo nunca pude?
— ¿De que hablas? — preguntó odiando el temblor en su voz. — ¿Por qué ahora me dices eso?
— ¿No lo sabes? ¡Soy un maldito cobarde! — se asusto ante el inesperado grito de Jungkook.— Un bastardo que perdió lo único bueno que había tenido en la vida.
— No sigas, no quiero odiarte.
— ¿No me odias?
¿Realmente lo odiaba? No lo odiaba, al principio lo hizo pero con el tiempo se dio cuenta de que el sentimiento del odio no era para él, un sentimiento tan negativo, enfermo y aniquilador. Trataba todo lo posible para no odiar a nadie apesar de como lo habían tratado.
— No, ¿Por qué debería de odiarte si al final de cuentas gracias a lo que me hiciste hoy estamos aquí?
— Haz cambiado mucho..
— En realidad no, solo he madurado y crecido mentalmente gracias a los acontecimientos que tuve que vivir. — quería hablar y decir muchas cosas pero no sé atrevió, no era el lugar ni el momento adecuado mucho menos tenía la fuerza necesaria para hacerlo. — La vida me obligó a hacerlo.
— Entonces... Me alegro por ti, Taehyung, deseo que seas feliz y que tengas una hermosa familia como la que siempre has soñado. Ten por seguro que nunca más voy a interferir en su camino.. Se feliz, se feliz como nunca lo pudiste hacer a mi lado, como nunca podré hacerte feliz.
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BLUE 💜 Yoontae💜
FanfictionLibro 3 Aveces las circunstancias hacen que el destino de ciertas personas cambien. #22 Yoontae #12 Yoontae #9 Yoontae #7 Yoontae #Yoontae #Taehyung #Yoongi #Omegaverse #Dolor #Sufrimiento •Historia original. •100% mía. •Prohibida su adaptación y/o...