♣Regreso a la realidad♣

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Se sentía nervioso.

Lleno de miles de emociones que no podía, ni lograba ocultar.

Los nervios estaban ahí al igual que la emoción que albergaba cada poro de su ser.

—¿Estas listo? — le preguntó Yoongi a su lado, pero sólo negó con la cabeza, aún no estaba listo para esto pero quería hacerlo, quería dejar el miedo atrás y que todos los recuerdos del pasado se esfumaran como la espuma de mar.

Quería que todo volviera a la normalidad.

El mismo quería eso, añoraba por ello pero tenía cierto miedo, miedo de ser rechazado, miedo de que los demás le tuvieran lástima una vez que lo vieran. Miedo a no cumplir con los requisitos y estándares a los que antes pertenecía, miedo de no ser el de antes y que las cosas cambiaran.

—Tengo miedo.— confesó aferrándose a la pálida mano de su alfa que le trasmitió confort y confianza, su omega se acurrucó contra su interior y lo sintió mover la cola con lentitud, casi inexistente, pero sabía que lo hacia, sintió el pequeño moviendo lo que le causo un poco de confianza. A pesar de que el frío no ayudaba, cada segundo que pasaba ahí sentía que moría y las fuerzas se le acababan, por lo que escondió su nariz en la bufanda rosa tratando de cubrirse de viento helado y escondió dentro de su abrigo su mano libre.

—Estoy aquí. No tengas miedo, si quieres podemos regresarnos.— la voz de Yoongi en su oído le causo escalofríos pero lo atribuyó al aire frío del lugar.

—¡No! Y–ya estamos aquí — no podía regresar, no ahora. Ya había dado el primer paso y no podía retroceder, quería avanzar y actuar como antes, quería ser ese chiquillo feliz y despreocupado que entró por primera vez a esos terrenos.

Varios chicos pasaron a su lado con prisa, por lo que también avanzó, la cálida mano de Yoongi le guió por los escalones.

Su mochila no pesaba absolutamente nada en su brazo por lo que los esfuerzos eran mínimos y nada peligrosos, Yoongi le había insistido en llevarla pero el se negó a ello, se estaba recuperando pero eso no quería decir que no pudiera con las cosas simples.

Ambos cruzaron los muros grandes y blancos de la universidad, adentrándose al campus de la máxima casa de estudios.

Taehyung observó todo a su paso, mirando como todo seguía igual a como estaba antes de que se ausentara el par de meses– antes de vacaciones–, los edificios seguían siendo enormes, blancos y con cristales en las ventanas, estudiantes iban de un lado a otro con sus respectivos bolsos y mochilas inmersos en sus mundos sin percatase de lo demás, se sintió como en su primer día en la universidad, aunque no lo era, sólo le faltaba un año y se graduaría.

El día era nublando, frío, y a pesar de ello era especial, porque después de tanto tiempo por fin regresaba, regresaba para continuar con sus estudios, con un futuro mejor –eso quería creer–, nuevas cosas que le depararía el destino.

Subieron los escalones que separaban el estacionamiento de los pasillos de los edificios hasta llegar a unas pequeñas palapas que utilizaba varios estudiantes para descargar, estudiar o comer.

—¿Por qué estamos aquí? — tomó asiento frente a Yoongi y lo miró sin comprender nada, el pensó que Yoongi lo llevaría a su edificio y cada quien ingresaría a sus respectivas clases pero se había equivocado cuando miró a Yoongi dejar sus cosas sobre la mesa.

—Es sorpresa.— Yoongi le regaló una pequeña sonrisa antes de marcar algo en su móvil.

Su omega movió la cola nervioso y su rostro lo sintió algo caliente, apenar del tiempo de conocerse y con vivir no podía acostumbrarse al alfa después de todo.

Se volvió su tímido y nervioso a su lado.

—¡Estamos aquí! — un poco confundido buscó a la causante de aquella afirmación dándose cuenta que se trataba de Hyuna, la pelinegra traía entre sus manos cuatro malteadas y un par de cosas en sus brazos.
Atrás de ella Hoseok también cargaba algunas cosas que no supo que eran.

—Pensé que se les había olvidado.— escuchó de parte de Yoongi y se sonrojo cuando el alfa le paso su bebida y una pequeña caja de color azul.

—Nunca, es sólo que Hoseok no se decidía que comprar y en la cafetería tardar horas.— la queja de Hyuna le hizo reír. —Pero... Ta estamos aquí, que es lo más importante. —miró curioso como todos tomaban su lugar alrededor de la mesa cuadrada.

—Taehyung... — susurro Hyuna a su lado, se giró a mirarla.

—¿Qué paso? —preguntó ganándose un fuerte grito de parte de la omega que lo dejó aturdido y demasiado confundido.

—¡Oh dios mio! ¡Puedes hablar!— sorbió ampliamente cuando los delgados pero firmes brazos de Hyuna le rodearon en un abrazo fuerte y cálido..

—Claro que si.— acarició las hebras suaves y escondió su cabeza entre el cabello con olor a lavanda.

Se sentía muy bien.

—¡Me hace muy feliz! Cuando Yoongi nos dijo que lograste hablar me alegre mucho y ahora que no confirmo me hace muy feliz..— se soltaron suavemente del abrazo, sin prisas.

¿Yoongi le hablo de él a sus amigos?

Sin querer una pequeña y feliz sonrisa se dibujo en sus labios, la verdad no esperaba que Yoongi le contara a sus amigos sobre él, no más de lo que ellos sabían, pero se alegraba.

Hyung se había vuelto como una amiga y Hoseok un buen conocido, ambos le agradaban y no esperaba que ellos se preocuparan por el, ni mucho menos que Yoongi les de el..

Miró a Yoongi a los ojos y le regaló una sonrisa de agradecimiento y paz a la cual el alfa correspondió de igual manera.

Yoongi.

Yoongi era impredecible, nunca sabía que estaba pensado, ni mucho menos actuando. Era como un enigma que le empezaba a robar los pensamientos.

—Bien, realmente no es mucho. Esperó que te guste, es el mejor que pudimos conseguir. —Hoseok se acercó a el y le dio un pequeño pastel con unas letras blancas al centro en las que se podía leer: "Bienvenido de nuevo".

Sintió su corazón latir contra su pecho, las emociones cálidas de sorpresa y cariño azotaron sus sentidos.

No debieron molestarse..— balbuceo soltando una pequeña lágrima de felicidad.

—No es ninguna molestia para nosotros, te estimamos mucho y es lo menos que podemos hacer por verte feliz y bien. —Hyuna habló entregándole una pequeña caja azul como la que Yoongi le había dado, Hoseok también le dio una pero de las tres la que más le gusto fue la de su alfa, no es que no le gustara el detalle de Hyuna o Hoseok era sólo que sentía que la de Yoongi era más especial.

Continuaron comiendo, riendo y platicando de todos los acontecimientos que pasaban por la vida de los cuatro, Taehyung debes en cuando hablaba al igual que Yoongi pero siempre intervenían cuando era necesario.

Olvidándose del tiempo y de todo a su alrededor, disfrutando de por fin estar vivo, rodeado de un ambiente distinto a las cuatro paredes de su habitación.

Desdé que el doctor le dio permiso de regresar a la universidad no había dejado de emocionarse e ilusionarse por volver, ahora no lo veía como un sueño, era una realidad que le gustaba.

A lo lejos cuatro pares de ojos estaban puestos sobre ellos, cuatro pares de ojos que serían quizás el principio o su fin de un futuro cercano.

BLUE 💜 Yoontae💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora