BLUE 💜 Yoontae💜

♣Colapso♣

Las calles estaban aborratadas de gente, unas subían y otras bajaban recorriendo las avenidas principales y calles colindantes, el sol era demasiado fuerte como para andar a pie pero eso no impedía que las personas siguieran con su rutina del día.

Cruzo la calle cuando el semáforo se lo indicó y recorrió el asfalto, varias personas avanzaron con él pero inmersos en su mundo.

Pronto las vacaciones llegarían a su fin y con ello la rutina del año continuaría, este su último año en la universidad, después a trabajar en lo que se había especializado. Él trabajaría con su papá en la constructora de arquitectos de su progenitor, al igual que Yoongi ambos estudiaban los mismo con al diferencia de que él se especializaba en las construcciones y Yoongi en el diseño arquitectónico por eso su papá tenía interés que ambos trabajaran juntos y se complementaran para ser los mejores en el área.

La noche anterior su padre le comentó que estaba trabajando en la construcción de un nuevo edificio en el centro de la ciudad y que requería de que ambos –Él y Yoongi –, trabajaran con el en su nuevo proyecto además de que ese mismo año ambos darían sus prácticas que mejor que en el mismo lugar en que más adelante –una vez que se graduaran – trabajarían formalmente.

Por ello ahora, necesitaba hablar personalmente con Yoongi para acordar cuando y como hablarían con sus tutores de la universidad.

Abrió la puerta del local dejando que el aroma a comida casera inundará su nariz, el esquisto aroma era delicioso.

Su estomago rugió en protesta por querer probar algo de lo que el papá de Yoongi cocinaba.

Guiándose por sus sentidos se adentro en busca de la señora Min.

La música era realmente la mejor para el ambiente.

Admiraba como la señora Min podía mezclar el ambiente tradicional y el moderno sin que realmente hubiese diferencia.

La música variaba según el día y la fecha cosa que nunca entendió a pesar de preguntar a cada rato.

La comida, la decoración, el ambiente y la música te transportaba a otra época y todo concordaba perfectamente, fotografías, arreglos, pinturas, colores y texturas.

—¿Puedo ayudarle en algo?— parpadeo un par de veces conectándose con la realidad. Su mirada confundida se enfocó en el rostro de un omega pelirubio que esperaba una respuesta a su pregunta.

La última vez que visitó el restaurant de los papás de Yoongi la señora Min era la encargada de la caja y ahora la atendía ese nuevo chico.

¿Donde estaba la señora Min?

—Señor..

—Oh.. Si, si.. Estaba buscando a Yoongi, mi nombre es Hoseok, Jung Hoseok. — se presento rápidamente, siendo amable y mostrando una sonrisa en sus labios como era costumbre de su parte.

—Mucho gusto señor Hoseok, el joven Min no se encuentra en estos momentos si gusta puedo ofrecerle alguna bebida en lo que espera al joven Min.— la voz del omega era dulce pero sin vida.

Se atrevió a mirarlo más de la cuenta; sus ojos eran grises pero tan vacíos y opacos que sintió a su alfa triste, su piel era demasiado blanca y sin color, sus pómulos estaban pegados a los huesos de la cara al igual que todo lo demás.

Sus labios eran casi azules, pero tan secos como el desierto, nada en el omega mostraba signos de vida.

Quería preguntar porque estaba así, de esa manera tan deplorable como nunca había visto a nadie pero sus palabras se quedaron atoradas en su garganta.