♣️ La primera vez que lo vio♣️

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Sus pies le guiaron a dónde estaba su familia esperándolo con el semblante lleno de confusión y preocupación, sentimientos que entendía perfectamente.

El bonito y sereno rostro de su madre no estaba presente ni el cómodo y confiado de su padre, sus progenitores se veían tensos y se obligaban a forzar una media sonrisa apagada que adornaba sus rostros. Se dio prisa en llegar a dónde sus padres esperaban antes de que se preocuparan más por él ante los sucesos previos.

El ambiente era particularmente cómodo y lleno de felicidad, las familias presumían a sus hijos recién graduados y los graduados se abrazaban, felicitaban y algunos lloraban de felicidad, alegría y orgullo por hacer posible un sueño o meta que por años trazaron en sus mentes y que después de mucho esfuerzo, tiempo, dedicación, trabajo, estudió y constancia lo hicieron posible,  entendía perfectamente el sentimiento que todos albergaban todos sus compañeros de carrera y de generación, amigos y conocidos.

Se sentía igual.

— ¿Cómo estás, cariño? — preguntó su madre con preocupación a penas llego a ellos.

—Exelente, no se preocupen me siento excelente.—sonrio con confianza y sinceridad, mostrando lo que realmente sentía y expresaba en esos momentos y dejando de lado lo que había ocurrido anteriormente en la ceremonia.

Las sonrisas de sus padres invadieron su rostros nuevamente haciendo que inmediatamente lo llenaran de besos y abrazos, felicitándolo por uno de los logros más importantes para él, uno de los tantos que por un momento parecio ser lejano e imposible.
Pero sin duda, la vida le había dado una segunda oportunidad de vivir y lograr ese sueño, de una u otra manera.

— Basta..— negó riéndose de los halagos que su madre profesaba fervientemente mientras lo abrazaba y lo arrullaba como un bebé, demasiado para su gustó pero agradecía infinitamente el apoyo y amor que su madre le proporciono cuando lo necesito, a su padre también. A ambos les debía ese logro, importante para él y jamás se cansaría de agradecerles por ello.

Después de varios abrazos y halagos miró a Taehyung sonreírle con admiración mientras sostenía un ramo de rosas en sus manos, sus cabellos rubios estaban algo despeinados de manera que se vieron casuales pero lindos sobre su cabeza.

Sintió los brazos de su padre soltarlo dejándolo libre dándole la oportunidad de a cercarse a su Omega, su encantador Omega que más de uno quería tener entre sus brazos. Desde aquella vez en la fiesta de cumpleaños del señor Jung muchos de sus compañeros de trabajo habían quedado encantados con la belleza y pureza de Taehyung, no los culpaba porque sabía que Taehyung era hermoso, demasiado llamativo y encantador que todos caían ante el, inclusive él mismo.

Últimamente tenía un sentimiento extraño que hacía que le fuera imposible dejar de pensar en el Omega, dejar de verlo y tenerlo cerca, siempre admirandolo desde la lejanía sin tocarlo más de lo permitido, apesar de los besos que se daban.

Esos que lo dejaban sin aliento y su cabeza, literal.

Besos que poco a poco se iban grabando en su piel y memoria.

—¡Felicidades, Yoongi! — su voz.

Su voz varonil y profunda pero demasiado linda y encantadora para él, ya no podría adorar cualquier tipo de voz que no fuera la que Taehyung poseía.
Su Omega de ojos color cielo y cabello color sol.

Sus manos picaron por tocarlo, por rodearlo con sus brazos y nunca soltarlo, mantenerlo contra él y sentir su calor corporal, su temperatura natural y su suave piel.
Su alfa sabía que los estaban mirando, que jungkook y Jimin estaban ahí viéndolos, observando sus movimientos, aniquilandolos con la mirada pero eso realmente no le importaba ahora.

BLUE 💜 Yoontae💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora