♣¿Tienes frío?♣

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Habían pasado ya dos semanas desde que Taehyung despertó, dos semanas en las que ambos tuvieron que someterse a diversos análisis, pruebas y exámenes y más, por parte de los médicos.

Ambos cuerpos iban reaccionando bien a pesar de lo difícil y cansado que resultaba aquello.

Los chequeos y las observaciones de varios médicos habían estado, muy, minuciosamente puestos sobre ellos, más específicamente sobre Taehyung que era el que más había sufrido y el cual reaccionaba más lento que Yoongi.

Para Yoongi era un caso menos difícil de sobrellevar, los análisis habían arrojado buenos resultados y por consecuencia después de los últimos exámenes los médicos creyeron que era conviviente dejar de suministrarle algunos medicamentos y bajar –solo un poco– su observación.

Así como darle ciertos privilegios de los que Taehyung no gozaría por el momento. Uno de ellos era que podía consumir verdadera comida, no la que le daban en el hospital o a base de sueros, el segundo era que podía –si quería–salir fuera de la habitación, recorrer, caminar y poder sentirse un poco libre después de tanto tiempo encerrado, aunque él prefería quedarse dentro de la habitación y hacerle compañía a Taehyung que poco a poco se iba adaptando a su nueva situación.

La preocupación de sus progenitores era un poco menos que anteriormente por lo que habían regresado a sus actividades cotidianas, como los señores Min que habían regresado a atender su restaurante y a supervisar a los empleados que en su ausencia habían manejado el mismo bajo la supervisión de Hyuna y la ayuda de Hoseok. Ambos se habían encargado de contratar y administrar el restaurante en su ausencia para que ellos pudieran estar cerca de su hijo y de Taehyung.

Para los Kim era otra historia distinta ya que ambos eran maestros por lo que todavía no iniciaban sus respectivas labores pero habían tenido que dejar en unas ocasiones a Taehyung sólo mientras ellos atendían asuntos respecto al nuevo curso de estaba muy pronto a iniciar.

Ambas familias estaban sopesando los acontecimientos que sus hijos vivían de manera parecida, con esperanzas y fe en que sus descendientes iban a superar la prueba que les fue impuesta y las consecuencias que con ello vendrían. Ambas parejas sabían que el destino de sus hijos estaba ligado, hecho uno mismo, por lo que no podían oponerse a ello de ninguna manera. Por que ahora, sin importar qué o quién, ambos ya habían sellado su destino.

Un destino que iría más allá de una simple marca pero que sólo uno de ellos lo sabía.

Los médicos daban esperanzas de vida en el omega, esperanzas que hacían felices a más de uno. Resultados positivos después de tanto tiempo.

Yoongi y Taehyung habían creado un vínculo más allá de la amistad, una relación más que de sólo amigos pero sin llegar a rosar los limites de una pareja.

Pasaron de ser conocidos, amigos a pareja pero no romántica, para ello aún faltaba demasiado.

—Falta poco para que entremos a clases.— comentó Yoongi sentándose cerca de los pies de la cama, Taehyung le miró curioso queriendo decir algo pero no lográndolo por su condición.

—Aun no se si los médicos me den permiso de ir cuando empiecen las clases.— suspiró resignado mientras observaba por la ventana como afuera las gotas lluvia golpeaban el vidrio.

—¿Volverás a tus clases Taehyung? —se atrevió a preguntar sabiendo que no obtendría respuesta por parte del omega.

Se giro para mirarlo.

Los ojos grises de Taehyung le miraron queriendo decirle algo pero de sus labios no salió nada. Simplemente se encogió de hombros dando a entender que no sabía con exactitud.

—Puede que si... — guardó silencio evitando la mirada de Taehyung, sentía un poco lástima por el omega.. su omega.

Observó a través del cristal como más gotas de lluvia bañaban el vidrio, como los relámpagos y truenos inundaban el silenció de la habitación y como afuera la furia de la naturaleza se desquitaba con sus hijos bañando y purificando sus actos.

Un trueno se escuchó resonar a la lejanía llenando la habitación con su estruendo, como si fuera ahí mismo donde el rayo hubiera caído.

Le asunto.

Brinco en su lugar por el repentino ruido y las luces se apagaron por un segundo, asustándolo más, y después regreso la luz a como estaban antes, los monitores volvieron a funcionar.

Un segundo trueno volvió a estallar y se giro en busca de Taehyung, esta vez la luz no se fue por lo que podía el con claridad al omega.

Lo que los ojos opacos de Taehyung le transmitieron al momento de buscarlo fue miedo, no sabía si era por los truenos, la lluvia o por que la luz se había ido por unos segundos pero podía percibir el miedo en su ser.

—¿Te asusto?— preguntó acercándose lentamente a donde Taehyung descansaba.
Otro trueno resonó iluminando con su luz la ventana.— Y–yo también.—consoló recostándose al lado contrarió del omega.

Arropó a Taehyung con calma y protección, cuidando que ninguna parte de su anatomía quedara fuera de las sabanas. Él mismo se cubrió con las sabanas y un par de cobijas extra que su mamá le había llevado días antes y que gracias a su tío podía utilizar sin que se lo quitaran las enfermeras.

Para él las noches siempre eran frías y solitarias – y más aun en la fría habitación de hospital –, por lo que a la hora de dormir siempre tenía que dormir bien abrigado en temporada de lluvia e invierno.

Su lobo se removió inquietó en su interior cuando se tuvo que estirar sobre Taehyung para taparlo completamente.

—Duerme.. no pasa nada.—consoló dejando caer su cabeza sobre la almohada que compartía con Taehyung.

Recostándose de lado observó como Taehyung le miraba, su rostro estaba blanco pero no tan pálido como antes, sus pómulos permanecían un poco hundidos, sus labios ya no estaban azules, sólo un poco rosados pero pálidos. Sus ojos permanecían con ese gris opaco y sus ojeras no eran notables.

Su respiración era calmada y pausada, tranquila y profunda, los respiradores artificiales habían desaparecido una semana antes al igual que otros monitores que conectaban a su pecho y garganta.

Respiraba normalmente siempre y cuando él estuviera cerca a pesar de que su aroma a alfa no fuera lo suficientemente fuerte, bastaba para que Taehyung lograra respirar.

Su alfa también se mantenía tranquilo y sobre protector al lado de su omega, le parecía extraño pero recordaba que eran pareja y trataba de no darle muchas vueltas al asunto.

—Duerme..— insistió.

Taehyung negó con un pequeño movimiento de cabeza y se acercó más a él con lentos y pausados movimientos, casi imperceptibles.

—¿Tienes frío? — preguntó cuando Taehyung quedó a tan sólo centímetros de su cuerpo.

Taehyung asintió con un asentimiento de cabeza y se acurrucó contra su cuerpo tímidamente.

—Ven aquí. — aceptó abriendo sus brazos y acercándose más a su omega.

Su alfa se removió gustoso por la cercanía de su pareja.

BLUE 💜 Yoontae💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora