♣Año nuevo♣

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Se sentía realmente bien.

Su cuerpo estaba calentito y lleno de relajación.

Parpadeo varias veces acostumbrándose a la luz natural que se colaba en la habitación, después su mirada se inundo del rostro de Yoongi.

Sus ojos cerrados.

Sus pestañas largas.

Sus mejillas rosas.

Cabellos revueltos.

Respiración calmada.

Y sus brazos envueltos en su cintura, sentía la presión que ejercían sus brazos en sus caderas, suave, pero presente, y la otra en sus hombros mientras sus piernas estaban entrelazas.

Aún seguía durmiendo.

La cobija que los cubría mantenía el calor que sus cuerpos emitían mientras el viento y la nieve gobernaba todo a fuera de la casa.

Agudizo sus sentidos auditivos buscando algún sonido que le indicará que alguno de los demás miembros de la casa estuvieran despiertos, pero no escucho nada, pareciera estar vacía aunque dentro de ella estuvieran durmiendo cuatro personas.

Dos parejas.

Y pareciera que el único despierto era el.

La noche anterior habían cenado todos juntos, como una familia; su familia y la de Yoongi.

Se habían reunido para celebrar el comienzo de un nuevo año y despedir el viejo año.

Estaba realmente feliz.

La noche anterior habían cenado todos juntos como una familia –más grande –, entre risas, charlas, muestras de amor, felicidad y gratitud.

Todos habían convivido alegremente.

No lograba entender como sus padres habían acordado todo con los Min pero había salido hermoso.

Una cena hermosa para despedir un año lleno de cientos de emociones y sentimiento.

Un año que nunca pensó acabar, con todo lo que le había sucedido, creyó que no llegaría ni a la mitad del año, pero gracias a Yoongi y a su familia pudo terminar un año que –le había dado– mucho sin sabor y dolor, noches interminables de llanto e insomnio y dejado un corazón roto.

Pero gracias a dios, su vida había cambiado con la llegada de Yoongi.

Yoongi había llegado en el peor momento de su vida.

El momento en el que creyó que todo había terminado para el, en que todo su mundo se había esfumado.

Pero Yoongi llegó a su mundo para cambiarlo.

Para repararlo.

Para sanarlo.

Y gracias a Yoongi a hora estaba bien.

Su alfa.

Nunca creyó que ese año tuviera la dicha y desdicha de conocer a su destinado, cuando conoció a Jungkook todo fue felicidad, cuando lo rechazo esa felicidad se convirtió en dolor y llanto, hasta que conoció a Yoongi y lo tomó como omega.

Habían sido días que nunca quisiera recordar, aunque muchos de ellos no recordaba.

Sonrió tiernamente al ver como Yoongi seguía durmiendo a su lado.

Su omega estaba feliz, regocijante de una paz enorme en su interior y de una sensación de satisfacción que hacia a su lobo ronronean entre los brazos de su alfa.

Sin poder evitarlo se acurrucó más cerca del cuerpo de Yoongi, hasta quedar casi encima de el.

Después de la cena y de las felicitaciones y buenos deseos su familia se retiró mientras que el se quedó a dormir en casa de los Min. 

No quiso despedirse de su alfa en una noche tan especial. Terminaron abrazados sobre la cama de Yoongi entre cortos besos y caricias suaves hasta que se quedaron dormidos.

Quería atesorar ese momento para la eternidad, grabarlo en su memoria para que siempre que quiera lo pudiera recordar una y otra vez.

Quería que este año fuera diferente al anterior.
Quería un año lleno de amor, de felicidad, de salud, de sanación, de fuerza y fortaleza. Un año que le diera nuevas oportunidades para seguía creciendo y mejorando en muchos sentidos.

— Buenas días. — saludo Yoongi con los ojos cerrados y su voz adormilada.
Sin duda era la mejor forma de iniciar un año nuevo.

— Buenos días. — respondió sintiendo los brazos de Yoongi apresarlo más fuerte evitando que se moviera de su lugar.

— Es muy temprano para estar despiertos a esta hora. —  Balbuceo el alfa robándole el aliento cuando cubrió sus cabezas con la sábana y los escondió de la luz de la habitación.

— Creó que ya es tarde.. — comentó volviendo a cerrar los ojos dejándose embriagar por el aroma a pino y tierra húmeda que desprendía Yoongi.

El aroma era demasiado suave para su nariz y relajante al mismo tiempo. Lo hacia sentir como si estuviera en medio del bosque en un día lluvioso, sin preocupaciones, sin estrés.
Sin absolutamente nada que lo molestará.

— N–no, es temprano y afuera esta nevando, creó que nadie ha de estar despierto a excepción de nosotros. — el susurró de Yoongi le había causado escalofríos en su nuca.

Estaban demasiado cerca uno del otro como percibir los pequeños sonidos.

— Lo siento. — se disculpó dejando que Yoongi enterrara su nariz en el nacimiento de su cuello y que rosara por encima de la tela de pijama la marca.

— No te preocupes.. Solo...solo.. Sigue durmiendo. — escuchó cada vez más baja la voz de Yoongi en su cuello.

Se quedó quieto sintiendo la respiración del alfa contra su cuerpo y el calor con el suyo.

Sentía a su corazón en calma al igual que su lobo, y una extraña sensación que le gustaba, le hacia feliz y reconfortado sentirla.

— Feliz año nuevo, alfa.. — susurro después de varios minutos de silencio dejándose embriagar por el aroma de Yoongi, la calidez de sus brazos y lo bien que se sentía estar en la cama con el, durmiendo y disfrutando de su compañía.

Dejando que el sueño inundara su cuerpo otra vez.








🎆¡Feliz año 2020!🎆

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