♣ Bella familia♣

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El sueño era completamente visible en su cuerpo a pensar de haber dormido cinco horas completas con pesadillas incluidas en ellos, pesadillas que estaban cada vez más presentes en sus noches, cada una sin falta y no entendida porqué le pasaba eso, si no tenía mucho estrés en el trabajo ni en la universidad a pesar de ya estar a unas semanas de graduarse.

Estaba bien emocional y físicamente según los médicos y su lobo lo confirmaba cada que podía, se sentía y se veía bien, entonces, no comprendía por que seguía teniendo pesadillas demasiado confundidas y dolorosas para su cuerpo acompañándolo con el dolor y vacío que sentía en su corazón, dejándole una sensación extraña cargada de tristeza y desolación, que estaba acabando con su descanso por las noches, como si esas pesadillas le obligarán a no dormir, a atormentar se noche tras noche, como un recordatorio de que algo estaba mal o pasaría algo malo. Tampoco lo entendía.

Bostezando por quinta vez, desde que se despertó, tomo la cuchara y revolvió un poco la fruta picada que permanecía sobre el tazón, tenía demasiado sueño como para pensar en desayunar y sus dedos parecían gelatina al tocar el la cuchara.

— Hijo, ¿aun no has probado nada del desayuno? — dejó la cuchara en el tazón y se encogió de hombros ante la pregunta de su mamá.

— No tengo hambre. — susurro con voz ronca y el cansancio evidente en ella.
Se quejó un poco cuando la mano cálida y suave de su progenitora descanso sobre su frente, revisando su temperatura.

— No tienes fiebre.— la escuchó susurrar para sí misma y después retirar su mano de su frente.

— ¿No dormiste otra vez, verdad? — asintió tomando esta vez el vaso medio lleno de jugo de naranja.

— será mejor que le llame a tus abuelos y les diga que no podrás ir este fin de semana.

— Si no voy este fin de semana tendré que ir para vacaciones y no puedo para entonces, el señor Jung ya me dio permiso de faltar el viernes al trabajo y solo le avisarle a los profesores que no llegaré a sus clases y listo. — a pesar de no querer viajar a casa de sus abuelos tenia que hacerlo.

En realidad todos primos tenían que hacerlo, era casi una obligación ir a cuidar su casa cuando ellos salían a la ciudad hacer se sus chequeos médicos o simplemente salir de casa.
Cada quince días, un nieto iba y cuidaba la casa en ausencia de ellos y estaba vez le correspondía a él.

Sino iba este fin de semana, tenía forzosamente que ir dos semanas completas en vacaciones a cuidarlos y no quería eso, no ahora que tenía trabajo y muchas responsabilidades.

— Bien, pero no puedes ir solo, que tal si ocurre algo. Ojalá no pase nada, pero tu salud me preocupa. Yoongi.— asintió dejando el vaso casi vacío junto al tazón. — ¿Por qué no le dices a Taehyung que te acompañé?

— ¿A dónde? — interrumpió su padre desde la puerta de la cocina.

— Con tus papás, no quiero que vaya solo estando así.— dejó que su madre hablará y le explicara a su padre su propuesta y sus preocupaciones dado que lo prefería así. No tenía muchos ánimos para hablar y gastar energía que necesitaba para seguir con su día. Mientras escuchaba a sus padres de fondo, se obligó a comer las frutas qué me estaban frente a él, el plátano no era su fuerte pero tenía que comérselo por obligación aunque no quiera. También tenía manzana, que no despreció ni les hizo el feo, las prefería mil veces antes que el plátano. Y un poco de papaya que de esa ni hablar.

Con demasiada calma siguió masticando tratando de despabilarse y recuperar energías sabiendo que le costaría mucho pero tenia que hacerlo si quería terminar todo antes del viernes y así poder irse dos días sin preocupaciones, razón por la cual también quería ir a casa de sus abuelos.

Quería estar alejado de todo el ajetreo de la ciudad, respirar aire puro y tratar de estar en paz y en calma consigo mismo y su lobo, que a pesar de ya estar recuperado en un ochenta por ciento de salud, tema por ese veinte por ciento que le faltaba para sanar completamente.

Muchos podrían decir que ya estaba bien, él mismo lo podría decir y asegurar que se sentía perfecto pero aún quedaba ese hueco en su corazón que le recordaba el dolor, y las pesadillas no ayudaban en nada a su recuperación. Eso le llenaba un poco de incertidumbre.

— Yoon, tendrás que decirle a Taehyung y sino no vas a ir. Tu madre tiene razón. — alzó la mirada al escuchar su nombre y trago duró al escuchar que tendría que llevar a Taehyung.
No tenía nada en contra de Taehyung, al contrarió le alegraba que pasarán más tiempo juntos, pero también le daba un poco de miedo.

Después de aquel beso subido de tono en el auto las cosas habían cambiado un poco, que se avergonzaba y sonrojaba al recordar el sabor del omega en sus labios y lo apasionado que suponía era. El calor de su cuerpo vivo y sin pudor.

Era demasiado peligroso estar juntos y solos en un lugar alejado de todos y en medio de mucha naturaleza.

— ¿Yoongi? ¿escuchaste? — parpadeó con rapidez tratando de recordar algo de lo que le dijeron sus padres pero no logró descifrar algo, solo el recuerdo de que debía llevar a Taehyung, probablemente debía ser algo relacionado con eso.

— Le diré, haber si quiere o tiene tiempo de acompañarme. — informó tratando de sonar firme y seguro de lo que decía pero por dentro era un caos de pensamientos peligros.

— Bien, ahora terminar de desayunar para que subas por tus cosas.—  asintió a la indicación dada por su preciosa madre y siguió desayunando con calma percatándose de que su padre tomaba asiento a su lado y su mamá junto a su padre. Como una bella y unida familia, como lo eran los tres.

BLUE 💜 Yoontae💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora