39. Meg

297 38 4
                                    

Mientras mi pie se siente cada vez más hinchado, pienso en lo estúpida que debí verme al no tener una respuesta para Jay, y eso hace que me enoje cada vez más. Cada que entro, siento como intenta encontrar su mirada con la mía, pero no tengo ni un ápice de ganas verlo.

Un cliente empieza a quejarse del mal estado de la comida. Cada día tiene que haber uno en mi turno, es como si todo de repente quisiera que todo saliera mal. Escucho al cliente tratando de ponerle atención, no le digo nada y en realidad tampoco estoy escuchando, sólo asintiendo mientras pienso en cómo Britney se detiene a hablar con Jay y en cómo se queja de que ninguno del personal es eficiente mientras ella sólo coquetea y habla. Con Jay.

Todo es demasiado de vez en cuando. Pero evito pensar en todo para no echarme a llorar.

—Puedo encargarme yo, ve a tomar un descanso—me dice Robin, el chico nuevo que se cambió de turno hace unas semanas. Le asiento con agradecimiento.

Camino en dirección a Sarah que me extiende un vaso de agua, lo bebo como si fuera el último en la tierra.

—Te ves mal—dice.

—¿Es muy obvio?

—Muy mal. Parece que tuvieras ganas de matar y vomitar a la vez—río.

—Eso es demasiado extraño.

—Tú eres una niña extraña de vez en cuando. Y te quiero—pellizca mi nariz—. Jay no deja de mirarte. ¿Pasó algo?

—Peleamos. Nos gritamos, mejor dicho.

—¿Se gritan mucho?

—Él me grita.

—¿Sólo él?—se cruza de brazos. Reprimió el impulso de morderme el labio.

—Bien. Yo también le grité... Y lo empujé.

—¿Lo empujaste? ¿Qué le hiciste al pobre Jay?

—¿De qué lado estás?—la empujo por la cadera y suspiro—. Quiero disculparme. Pero quiero que él también lo haga.

—¿Por qué no das el primer paso tú? Se nota a kilómetros que él quiere arreglar las cosas.

—¿Tú lo crees?

—Claro que sí.

—Bien—me reposiciono y sacudo mis manos—. Supongo que te hago caso. ¿Qué pasaría?

Se encoge de hombros.

—Ve y averígualo. Tal vez se terminen dando unos buenos besos—me guiña el ojo, siento algo de rubor cubrir mi rostro pero le sonrío con seguridad y me encamino nuevamente a la cocina.

Jay no está en su puesto. Tal vez fue al baño o a tomar un descanso, camino al área de empleados pero no hay nadie en las bancas. Pego mi oído al baño y alguien sale repentinamente de él.

—Oh. Lo siento... Robin—el sonido del inodoro bajando lo hace aún más incómodo.

—Está bien. ¿Buscabas a alguien?—mira detrás de mi.

—Sí. ¿Has visto a Jay?

—Cuando venía, lo vi salir con Britney. Igual ya faltan sólo quince minutos para que nuestro turno acabe—sonríe y me esquiva para seguir su camino—. Espero haberte ayudado.

La mueca congelada en mi rostro no deja que pueda responderle.




///

¡Hola!

Lamento que resubir tanto los capítulos, es que lo guiones chiquitos me fastidian, y siempre estoy haciendo correcciones.

Cuéntenme qué les está pareciendo.

Gracias por apoyo :)

///

Malas Costumbres©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora