Capítulo 18

256 11 4
                                    

Dos semanas después...

Me encontraba enfrente de un gran espejo mientras tres chicas caminaban de un lado a otro, arreglando retoques del vestido que llevaba puesto.

_Sosténlas delicadamente contra el pecho-habla una de ellas muy simpática.

Asiento imitando su acción, no estaba con ganas de hablar con absolutamente nadie.

El día de mi boda había llegado, me casaría con Derian fingiría amarlo hasta la eternidad.

"Falta poco solo aguanta un poco más, piensa en ella lo haces y lo lograrás por ella" -me repito una y otra vez en mi cabeza.

Nada estaba saliendo bien, la noche anterior discutimos por el mismo tema de siempre "Cámily". Ella rondaba entre nosotros y de hecho siempre lo haría, o al menos hasta que Derian tome una decisión firme. En parte lo comprendo él la ama y cuando amas es difícil soltar, por más de que esa persona te haya partido en dos. Pero claramente ahora estoy yo por el medio y no me dejaré ver la cara de idiota enfrente de absolutamente nadie, si algo tengo claro es que nadie me pasará por encima nunca más, ya no más la Dania sensible, la ilusa esa chica ya murió.

Estoy arrepentida de haber aceptado ese estúpido contrato, por el cual ahora me veo obligada a fingir enfrente de miles de personas que amaba al "joven empresario, lujoso, simplemente el hombre perfecto" que me espera en el altar.
Me arrepentía de él no de mi bebé claro que no, al fin de cuentas es lo único que tengo aparte de mi hermana, es mío, es algo que me complementa y lo quiero demasiado.

Me sentía terriblemente mal se supone que este día es el mejor de todas las mujeres, pero yo no lo sentía así era el peor de todos de hecho. Me utilizó, se rio de mí y lo peor es que yo se lo permití y se lo seguiré permitiendo solo por mi hermana.
Derian está generando que la poca parte que queda de mí ser, se termine de romper, y no siento esto por que lo amo claro que no, realmente ni siquiera sé porque me siento así.

Si mis padres estuvieran aquí en este momento me estarían reprochando por el error que estoy a punto de cometer, sabía que desde donde estén se sentirían desepcionados de mí, de las decisiones que tomo que me llevan a cometer errores y grandes, en especial uno que era el que más amaba, y el que me aferrará a Derian hasta la muerte.

_¿Ya está todo listo?-el padre de Derian entra a la habitación.

_Si señor ya está todo listo-habla una de las chicas que me había estado arreglando.

_Perfecto ¿Puedes voltear Dania?-pregunta.

Largo un suspiro y volteo despacio quedando a su vista.

_Estás muy linda hija, sin duda tú eres la indicada para mi hijo.

Trató de sonreír pero el intento me sale totalmente mal.

_¿Sucede algo?-pregunta confuso.

Si sucede que estoy por casarme con su hijo por un estúpido contrato, no por que lo ame. Claro que sucedía algo su hijo es un hipócrita. Pienso.

_No, claro que no.

_Tu rostro dice otra cosa, estás muy pálida.

_Debe ser por el maquillaje-hablo tratando de esconder mi nerviosismo.

_De acuerdo, o tal vez son los nervios.

_Si, seguro.

_Bueno, es hora de atarte a tu amor hasta la eternidad ¿Estás lista?-pregunta sonriente.

¡No, claro que no estaba lista! Necesitaba salir corriendo aunque esa no era la opción más valiente, pero quería hacerla.

_Am si, seguro.

Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora