Capítulo 51

139 6 0
                                    

_Estás muy grande hijo, creces muy rápido ¿Sabés?-habla acomodando el gorrito que llevaba cubriendo el cabello de su hijo.

Destiel estira sus brazos y juega con el cabello de su padre, baja sus manitos y aplaude mientras balbucea.

Derian larga una carcajada y aplaude junto con él, Destiel da un brinco  cuando un trueno retumba, extiende sus brazos a mí.

_¿Quieres pasar? Va a llover-susurro.

Derian me observa en silencio unos minutos, para luego mirar a su hijo recostarse en su hombro.

_Am bueno, solo será un momento.

Asiento y me hago a un lado de la puerta, este se adentra a casa mientras observa todo el lugar, camina a la sala y larga una carcajada.

_¿Eso lo hizo Destiel?-pregunta señalando hacía el rincón de juegos que tenía en la sala mi hijo, había dibujado garabatos en la pared.

_Am si, los hace cuando está aburrido o se enoja, lo reto pero no me hace caso-susurro sonriendo.

_Eres muy desobediente hijo, a mí no has salido en ese sentido-habla estrujando a su hijo contra su pecho.

_Eso lo sacó a mí-susurro.

_Si, lo sé-habla viéndome.

Destiel se remueve incómodo en sus brazos pidiendo bajarse, Derian lo deja en el suelo y este comienza a gatear hasta su rincón, Derian camina hasta él y se sienta a su lado a jugar.

_¿Quieres algo de beber?-le pregunto.

_Si puede ser algo caliente mejor-habla sin despegar la vista de su hijo.

Me doy media vuelta y camino a la cocina, saco dos tazas y preparó café, uno con leche y otro puro, saco la mamadera de Destiel y preparo leche para él también.

Vuelvo y veo a Derian sentado en el sofá, mientras que abraza a mi hijo que apoya su cabeza en su pecho.

Me siento en el sofá enfrente de ellos, le dejó la taza en la mesa a Derian, y muevo la leche de Destiel para luego echar una gotita de está en mi mano para ver si no está caliente y se la entregó.

Mi hijo la recibe y comienza a beber de está, Derian toma la taza y le da un pequeño sorbo.

_¿Cómo ha estado Destiel todo este tiempo?-pregunta viéndome serio.

_A estado bien, no le ha faltado nada-hablo bebiendo de mi taza.

_Perdón por no haber estado estos meses con él Dania, pero esto de lo tuyo con Lear fue un golpe duro-habla dejando la taza sobre la mesita de la sala.

_¿Lo mío con Lear? ¿De que hablas? Yo no tengo nada con él, las fotos fueron un engaño-hablo enfurecida por su comportamiento.

_Mira Dania lo único que te voy a pedir, es que Lear no tenga contacto con mi hijo ¿Si? Cada vez que él venga acá, que Destiel no esté en casa ¿De acuerdo?-me observa a los ojos.

_No puedo creer lo que me estás diciendo ¿Me estás tratando de cualquiera? ¿Estás pensando que yo sería capaz de andar con tu hermano y encima traerlo a casa estando Destiel?-hablo frunciendo mis cejas viéndolo enojada.

_Yo no te he dicho que eres una cualquiera, Dania.

_Pero lo diste a entender Derian, no puedo creer que tú le creeas más a la estúpida de Cámily, se que ella y Lear tuvieron algo que ver con las fotos.

_Las fotos dejan las cosas claras Dania, no trates de culpar a Cámily de tus actos con Lear, ella y yo somos víctimas de su engaño.

_¡Ah no, yo no puedo creer la estupidez que estás diciendo Derian! ¿Qué coño te sucede?-le pregunto elevando la voz.

_¡No me sucede nada Dania, es la maldita verdad!-habla enojado.

_¿Sabés qué? Ya no quiero seguir discutiendo, ya no quiero verme involucrada en nada que se refiera a ti, lo único que me atara siempre a ti será Destiel, pero descuida que veo como hago para que solo lo busques a él y no me veas a mí.

_Está bien, me parece perfecto-habla asintiendo con la cabeza.

Me levanto y camino a la cocina, tomo el bolso listo de Destiel con todas sus pertenencias suyas dentro, y se lo entregó.

_Ahora ten y largate de mi casa, quiero a Destiel el lunes por la mañana aquí-hablo llevando mi mano izquierda a mi cintura, y la otra señalando la puerta de salida.

Derian toma el bolso, se levanta se lo coloca en el hombro, y pasa por mi lado caminando la salida.

_Espera-lo detengo.

Volteó y camino hasta él, observó a Destiel y lo cargo en mis brazos, beso las mejillas de mi hijo y lo abrazo, y se lo vuelvo a tender.

_Cuidalo mucho Derian-hablo viéndolo serio.

_Lo haré-susurra para luego abrir la puerta, y salir de casa.

Lo veo abrir la puerta trasera de su coche negro lujoso, coloca a Destiel en la sillita para bebés y cierra la puerta, rodea el auto y se monta, enciende el coche y lo veo alejarse de casa, a una velocidad prudente.

...

Largo un suspiro y trago saliva, mientras conduzco tranquilo camino a casa, paso mi mano por mi cabello despeinandolo hacía atrás.

_¡Ay Destiel, hijo! Te voy a dar un consejo, aun que no soy el indicado para darlo pero te lo daré lo mismo, no te comportes como un idiota con la mujer que ames, no te comportes como papá se comportó con mamá recién, no lo hagas-le hablo a mi hijo, mientras lo observo por el espejo retrovisor.

Destiel me observa concentrado mientras babosea sus manos, sonrío y vuelvo la vista al frente.

_¿Por qué la cago siempre que estoy con ella? Es una maldita costumbre que tiene papá, ahora Dania tú mamá me odia más que antes-hablo frustrado y cansado de está situación.

Me quedó en silencio mientras mi cabeza se encuentra llena de pensamientos carcomiendome, y todos se basaban en Dania, en ella, en esa mujer que se me ha metido tan adentro que ahora me cuesta demasiado despegarla de mí.

Es más dudo que algún día la despegue de mi ser, la dejé ir por completo. Se me dificulta demasiado llegar a pensar que la mujer que amo, el amor de mi vida este formando parte de la vida de mi hermano.

Me enfurece pensar en el solo hecho de que ahora, el que la disfruta como yo lo hacía es él, el que la toca y recorre todo su cuerpo como si le perteneciera, ahora es el maldito cabrón de Lear.

Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora