Capítulo 24

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_¡Lo lograste tío, eres un puto genio!-Mike me abraza felicitandome.

_Si por fin, no sabés cuanto disfrute ver la cara de derrota de Lear.

_Me imagino, ese imbecil se lo merecía.

_Sin duda-habló riéndome junto con Mike.

Caminamos ambos por esa oficina que fue de mi padre por muchos años, la cual había conseguido con un esfuerzo inimaginable. Era mía y nadie me la podía quitar, todo esto me pertenecía a mí ahora, lo único que debía hacer era mantener su buena reputación y aumentarla aun más.

_Es hermosa-habla Mike viendo toda la ciudad por el vidrio enorme que ocupaba una pared entera.

_Aquí no me voy a aburrir-hablo viendo la ciudad.

_No, claro que no ¿Cómo está Dania?-pregunta viéndome.

Lo observó confuso ante su pregunta, desde cuando le importaba saber como está Dani.

_¿Ah que viene la pregunta?-hablo con mi ceño fruncido.

_Am bueno, ella está cargando con mi ahijado, por lo tanto tiene que estar bien y quería saber ¡Hey tranquilo celoso!-se ríe viéndome divertido.

_Ah bueno ella está bien, no soy celoso he aprendido a cuidar lo que es mío y Dania es mía.

_Si lo sé, me alegro que este bien.

_Ayer sentí como se movía el bebé-hablo sonriendo.

_¿En serio?-pregunta sorprendido.

_Si tío fue la mejor sensación, se movía para todos lados.

_¿Por qué?

_Por que Roses le prepararo un pastel a Dani y se ve que le encantó al bebé.

_De seguro va a ser igual que tú cuando eras pequeño-Mike se ríe mientras recordamos viejos tiempos.

_Espero que no por que Dania no es de tener mucha paciencia-largamos una carcajada por lo que he dicho.

_Bueno me voy a mi oficina nueva-habla Mike sonriente.

_De acuerdo, nos vemos luego-digo sentandome en mi escritorio viendo salir a Mike de mi oficina.

Recuesto mi espalda en la silla mientras veo la oficina desde mi lugar, largo un suspiro relajado.

Me reincorporo y comienzo a teclear en la lapto empezando a trabajar.

...

Observo mi vestimenta en el espejo un jean negro y un buzo algo holgado, ya que no me gustaba usar ropa apretada sentía que asfixiaba al bebé, aun que lo que pensaba no tuviera lógica.

Sonrió al ver el bulto pequeño que se empezaba a notar en mi vientre, esta bolita chiquita crecía muy rápido.
Volteó y cojo mi móvil para luego bajar las gradas en busca de Roses.

_Rose-hablo fuerte para que me escuche.

_Aquí hija, en la biblioteca-siento que grita.

Camino hasta allí y entró encontrandome con Roses lustrando cada libro.

_Buenos días Roses-beso su mejilla.

_Buenos días hija-me saluda alegre.

_Necesito un favor tuyo.

_Si dime-habla guardando cada libro que sacaba para limpiar.

_Necesito que me acompañes a hacer unas compras.

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