Capítulo 8

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La recuesto delicadamente sobre la cama mientras me subo sobre ella, me observa en silencio.

Observo sus tentadores labios unos segundos, acercándome lentamente uniéndolos en un beso.

Mis manos desesperadas por recorrer su cuerpo, se dirigen a su cintura acariciando y apretando la piel de esa zona, la cual se va tiñendo de rosa bajo mi toque.

Su pálida y sensible piel, se marcaba solo con el mínimo rose fuerte sobre esta.

Muerdo su labio inferior tirando de este, ¡joder Dania besaba terriblemente bien!

_Ah-gime agitada por el beso.

Sus gemidos son tan excitantes que se me es imposible detenerme, quiero más, más de ella.

Suelto su labio e introduzco mi lengua en su boca, comenzando una exquisita danza que ambos disfrutábamos.

Sin duda Dania era jodidamente caliente y perfecta, me ponía duro con tan solo regalarme una mirada intensa de esos ojazos verdes.

Sus manos acarician mi cabello y juegan con el, sus finas y marcadas piernas se enredaban en mi cadera. La sujeto de sus apetecibles muslos y comienzo a rozarla contra mi miembro, ¡joder esto me pone a mil! mi miembro dolía y palpitaba pidiendo con urgencia que me quitara los malditos bóxer.

Sujeto su cintura volteándonos, dejándola sobre mi. Dania sigue nuestro beso acalorado y sus movimientos en mi erección, quería arrancarle esas bragas y hacerla mía hasta que me pida que pare. Me estaba torturando y eso me gustaba, soy masoquista lo sé.

Deja besos húmedos en mi cuello, mordidas y succiona la zona. Mis manos se dirigen a su trasero apretándolo contra a mi, lo muevo junto con ella en círculos sobre mi miembro.

_Ah-gime en mi oído rozando sus labios.

Suspiro deseoso deslizando mis manos por sus caderas y cintura, haciendo este recorrido excitante un par de veces.

Me besa posesivamente apoderándose de mi labio inferior, mordiendo y succionando. Cierro mis ojos disfrutando de ella, y de sus exquisitos movimientos sobre mi.

_Derian-susurra en mi oído, mordiendo mi lóbulo.

Abro mis ojos lentamente observando sus esferas verdes dilatadas, transmitían lujuria y excitación pura.

_¿Qué?-mi voz sale ronca, y mis manos acarician su trasero.

_Jugué contigo-me sonríe levantándose, se recuesta a mi lado dándome la espalda.

_¿Qué?-pregunto confundido, ella larga una carcajada.

Cierro mis ojos asimilando lo que Dania acababa de hacer conmigo, ¡joder caí en su jueguito caliente!

_No juegues conmigo Dania-observó su espalda pálida y su trasero, donde aun se reflejaba el recorrido de mis manos por el.

Se sienta en la cama sonriéndome,

_Yo juego cuándo quiero y con quien quiero, como lo hice contigo. Mírate te aseguró que nadie nunca te ha dejado así y te ha puesto así de duro como yo.

Se encoje de hombros y se vuelve a acostar dándome la espalda.

Dania tenía razón, nunca nadie me ha dejado con las ganas y nunca nadie ni siquiera Cámily que fue la que yo creía que me calentaba al máximo, me puso así de duro como Dania acaba de hacer conmigo.
Nunca antes había deseado tanto a una mujer como la deseo a ella, por más de que se burlara de mi por ser tan idiota, y ponerme solo con unas simples caricias suyas.

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