Capítulo 33 - Reforma Territorial

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Después de que la purga de sirvientes terminara, Mitsuha continuo con su plan.

Primero que nada, la prohibición absoluta de entrar a la habitación personal de Mitsuha.

Ella continúo haciendo la ‘documentación ordinaria’ en la oficina, tal y como lo venía haciendo y también, instruyo a sus subordinados y sirvientes sobre eso.

Aun así, ‘los documentos importantes’ serian hechos en su computadora personal, de ahí que la prohibición fuera necesaria.

Además, tengo que preocuparme sobre mi propia seguridad.

He despedido ‘6 personas dañinas’, pero eso también significa que ‘6 personas ahora me guardan rencor’.

Necesito recolectar más información, esto con el fin de pelear contra bandidos o gente que tenga algo en contra mía.

En cuanto al resto de los sirvientes, no puedo sentirme completamente a salvo solo por que no me han traicionado hasta ahora.

Solo dios sabe que es lo que harían si hay dinero de por medio o si en un futuro sus familiares son tomados como prisioneros.

Por tal razón, es necesario mantener a salvo la información confidencial en la PC de mi habitación… y cuidadosamente instalar los dispositivos de seguridad, para que así, pueda descansar tranquila por la noche.

Bueno, algo como limpiar la habitación, lo puedo hacer yo misma.

Aunque tengo un buen número de sirvientas devotas…

 

Lo siguiente será mejorar el estilo de vida.

Aun así, no puedo traer una bañera, olla eléctrica, cisterna o bomba de agua de Japón.

Así es, por que todo eso ya lo hacen los sirvientes.

 

Ehh ¿Qué por qué no los traeré?

Si lo hago, los empleados que están encargados de esas tareas, serán innecesarios y tendría que despedirlos.

Eso, aunque sean personas que tomen su trabajo con seriedad y no hayan hecho nada malo.

No quiero incrementar el índice de desempleo en mi territorio por algún simple capricho.

 

Al final, solo termine instalando un generador eléctrico para el equipo de vigilancia, un pequeño refrigerador y las lámparas LED, etc.

MitsuhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora