Mitsuha

Capítulo 49 - Fiesta.

Dos días después, en la residencia del conde Lanchen.

Obviamente, yo llevaba un vestido apropiado para la fiesta en el salón.

Nagisa – Assassination Classroom

Este vestido era uno de los presentes que me fue entregado en aquella ocasión… (la de aquel fraude).

Tal parece que se trataba de un artículo de lujo que sin duda costaría un montón de dinero, fabricado con los materiales más finos y la tecnología de punta de la Tierra… por lo que no tengo que explicar cómo se veía ante los ojos de la gente de este mundo.

De alguna manera… era un poco molesto.

¿Qué porque la talla era perfecta, dicen? La altura podía obtenerse con alguna fotografía tomada en secreto y… ¿Qué cómo es que mis tres medidas eran las correctas dicen…?

¡Sorprendente! ¡Ese es el poder de los espías!

Ya que al llevar un vestido no podía llevar un arma a la altura del pecho, mi única arma sería mi Walther PPS que cargo en mi cintura.

Y aunque… [está mal visto traer armas a una fiesta] no hay forma de que alguien levante mi falda… y aunque por casualidad sucediera, siempre puedo decir algo como [se trata de un tesoro sagrado] así que ¡no hay problema!

Los tesoros sagrados deben de ser llevados en todo momento, tal y como un amuleto o un talismán.

Así que no podrán quejarse.

El tema queda zanjado.

De hecho, yo podría escapar en cualquier momento de estar sola, así que no habría necesidad de usar esta arma, pero aun así, la llevo solo para el caso de que me vea forzada. Si no me diera tiempo de escapar, entonces realmente no importaría que llevara un arma o no. Así qué, la única razón por la que llevo un arma es [solo en el caso sufrir un ataque sorpresa y deba proteger a alguien más].

Aunque todos traen consigo un pequeño séquito de guardias, en el caso de que haya que evacuar, la situación se podría poner difícil ya que todos tratarían de hacerlo al mismo tiempo, en cuyo caso sería mejor el primero remover a cualquier enemigo.

De cualquier forma, justo al entrar, varios nobles se me acercaron inmediatamente… seguro que piensan que vengo desarmada.

En ese momento, el Conde Bozes corrió inmediatamente hacia mí y me jalo de la mano.

“Primeramente, ¡tú debes presentarte con quien organiza esta fiesta! El conde Lanchen.” (conde Bozes)

Él directamente me llevó hasta donde se encontraba.

Como se esperaría del conde-sama, el apropiadamente me escolto hasta ahí… ¡Pero está mal! ¡Así no es como se escolta a alguien! Es más como lo haría un padre quien arrastra a su hija…