Capítulo 72 - Caos en el Reino (parte 02)

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Tras alejarme lo suficiente del pueblo, yo inmediatamente me teletransporte al siguiente pueblo.

Y para cuando entre en este, el sol se estaba por poner.

Esta vez, me quedaré en una posada regular.

Mientras que entraba lentamente al pueblo, yo vi un letrero, se trataba de una taberna con posada.

Uh huh, esta tiene esa clásica vibra de [posada].

¡Ya me he decidido! (¡Yo te elijo!)

“¿Hay alguna habitación disponible? Y, además, ¿pueden hacerse cargo de mi carruaje?” (Mitsuha)

Le pregunté a una niña entre 5 o 6 años de edad, quien parecía ser la hija del posadero y se encontraba sentada en la recepción, la cual estaba justo a la entrada.

No bueno, si ella no fuera la hija entonces… ¡Se trataría de una clara violación de las Leyes de Trabajo!

¿Quizás el dueño y su esposa se encuentran ocupados preparando la cena…?

“Sí, no hay problema~ ¡¡Onii-chan!!” (loli)

Todo está bien, tal parece que después de todo, se trata de la hija.

Un chico de mí misma altura salió desde atrás de ella, esto después de que la niña lo llamará.

Él dijo que tenía 11 años de edad…

“Onii-chan, por favor encárgate de su carroza.” (loli)

“Sí claro.” (chico)

Yo le encargué mi carroza al chico y entonces, recibí la llave de la habitación por parte de la pequeña niña. Tras de eso, decidí ir a comer.

Lo único que llevaba en la carroza era una botella de agua similar a las matrices de vacío y una pequeña bolsa con algunas posesiones personales. Todo en buenas condiciones.

Entonces, decidí ordenar la carne que todos ordenaban en el restaurante y comí lentamente…

“…y entonces, el agua de mar se secó lentamente, realmente se secó mientras lo mirábamos…” (cliente 1)

Ohh…

Me pregunto si se trata de un padre que le cuenta alguna historia a su hijo.

La historia del agua de mar secándose, es un mito en cualquier lugar. Parte de la mitología Nórdica o algo así…

Uno no puede secar el mar, así como así, ¿saben…?

“Y por eso, muchas embarcaciones fueron abandonadas en el fango, donde el agua de mar se secó…” (cliente 1)

“Ohh, ¡Y fue así como la Princesa Sacerdotisa del Templo del Trueno capturó ese enorme barco de guerra del enemigo!” (niño)

¡¡Bu fu~ o~ o~ o~ Tsu!!

“Eso fue sucio, jovencita…” (cliente 2)

“Yo, yo lo lamento…” (Mitsuha)

Los clientes de la mesa de alado se quejaron.

No, yo en verdad lo siento.

…aun así, ¿qué clase de leyenda están esparciendo? ¡¿Qué demonios dicen?!”

Mientras que trataba de continuar con mi comida un tanto avergonzada por lo sucedido, tratando de ocultar mi ruborizado rostro, un joven entró a la taberna.

El joven, quien llevaba una especie de sombrero de mediados de siglo, sacó una armónica, le dio un pequeño saludo a la niña de la recepción y camino al centro de la audiencia.

MitsuhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora