Pequeño Te encontrabas en tus ocho meses de embarazo, por lo que estabas realmente cansada últimamente. Últimamente no un terremoto te despertaba de los brazos de Tae mientras dormía, el siempre insistía en abrazarte diciendo que debía darle amor al bebé y claramente tú te dejabas.
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Empezaste a despertarte cuando sentiste a alguien hablando cerca tuya y tocando tu tripa, y te llevas te la sorpresa de ver a Tae inclinado en está dando pequeñas caricias. No lo interrumpiste para saber qué hacía.
- Ya lo verás pequeño. Seremos una familia genial... Mami cocinará muy bien para tí y para mí y yo jugaré muuucho contigo... Sé que nosotros te amamos mucho y espero que tu nos ames también... -dice dando un pequeño beso en la tripa, siento como el de se mueve, dando patadas a la tripa.
- Parece que Jinsung ha escuchado a papi~ -digo acariciando la barriga mientras me incorporo para apoyar la espalda en la cabecera de la cama.
- ¿Estabas despierta? -dice sorprendido mientras me ayuda a colocarme.
- Solo al final -digo sonriendo a Tae. Mito el reloj de mi teléfono, las 2 am- ¿Que haces levantado tan pronto?
- Yo... Me levanté y tenía ganas de hablar con Jinsung... -acaricia la barriga- Me ha escuchado ¿Lo viste? -dice emocionado, sentándose a mí lado para descubrir mi barriga, levantando la camiseta del pijama.
- Lo sentí -ambos reímos.
- No te hace mucho daño nuestro hijo ¿Verdad? -dice dando caricias en la tripa como a modo de advertencia. Río negando.
- Merece la pena -Tae me mira confundido- el dolor que dan las patadas, merece la pena por sentirlo. Por saber qué está bien -pongo mi mano encima de la de Tae, acariciamos con ellas juntas mi tripa.
- Que me exclavices también merece la pena -dice y lo miro sin gracia- ¡Es verdad! Entre tus cambios hormonales, compras para él bebé, caprichos y todo lo que has comido, no sé si he sufrido más yo o mi tarjeta de crédito -miro hacia abajo apenada pero Tae rápidamente me la levanta con su índice- Pero merece la pena T/n... Tú y mi hijo merecen la pena -da un beso en mi barriga y después uno en mis labios.
