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- ¿Que vamos a hacer ahora? ¡Estoy puto embarazada! ¡Con diecisiete años Kim Taehyung! ¡Y tú tienes tienes dieciocho! –digo tirándome de los pelos caminando de una lado a otro.
- Siempre quise tener un hijo –dice gracioso intentando relajarme, pero consigue todo lo contrario.
- ¡¿Como puedes bromear con esto!? –digo alterada, le doy un golpe en el pecho.
- ¡Es verdad! –suspiró y las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas– No amor no llores...
- ¿Como le voy a decir esto a mis padres? –digo mirándolo. Me abraza rápidamente.
- Yo iré contigo... –dice acariciando mi cabeza.
[〽️]
- Maldito Taehyung... –susurro mirando la hora. Le había dicho a mis padre que tenía algo importante que decirles y se suponía que Taehyung tendría que estar conmigo hace media hora.
- Hija... ¿a quien esperamos? ¿Es que no puedes decirlo ya? –dice mi padre impaciente– Tengo que ir a trabajar, si es alguna de tus tonterías no-
- Estoy embarazada ¿vale? –digo enojada. Mi padre siempre estaba trabajando y no se sentaría otra vez a "escuchar mis tonterías"– Estaba esperando al padre de mi hijo para decíroslo, pero parece que no va a venir...
- ¿Q-que has dicho? –dice mi padre levantándose.
- Cariño, relájate y-
- ¡Cállate mujer! –dice mi padre a mi madre– ¿¡Acabas de decir que estás embarazada?!
- S-si... –mi padre no sabía ni de mi novio, claro nunca está en casa...
- ¿¡Es que no te hemos dado una educación!? ¿¡Como puedes estar embarazada a los dieciséis años que tienes? por dios! –me grita.
- Tengo diecisiete papá... –digo suspirando.
- ¡No importa! ¿¡Es que no estoy yo en esta casa y ya andas de fresca con los chicos!? ¿¡Que piensas que dirá la gente de mi cuando vean que tengo una hija embarazada!?
- ¿¡Eso es lo único que te importa!? –digo levantándome– Yo tampoco planeaba quedarme embarazada de mi novio... Porque si papá, aunque tú no lo sepas tenía novio... Pero ¿como lo ibas a saber? ¡Si nunca estas en casa!
Lo único que se escucha después es el choque de su mano en mi mejilla, haciendo que gire mi cabeza.
- Recoge tus cosas y sal de esta casa... Una zorra como tú no merece vivir bajo mi techo... –dice mirándome. Lagrimas bajan por mis mejillas, no me muevo por la impresión que me dan sus actos y palabras.
- Pero cariño, es nuestra hija y-
- ¡No me importa! –dice gritándole ahora a mi madre– ¡He dicho que recojas tus cosas y te vayas! ¿¡Es que no escuchas!?
