"De pronto, apareciste tú.
Destrozando paredes e ideas,
Te volviste mi luz."
—¿No me digas que esa era la camioneta de Antonio? —preguntó Sabrina en cuanto abrió la puerta de su casa
—Si te digo.
—¿Qué tal te fue? Cuenta, cuenta
Fabián y Fabricio estaban acostados en los sofás de la sala
—¿Te percutó?
—puaj... No seas baboso, Fabricio
Ellos rieron
—Pero échanos el chisme, no puedes dejarnos en ascuas
—Comimos, conversamos, nos besamos.
Casi dejo que me folle en un estacionamiento al aire libre a plena luz del día
—¡¿Se besaron?!
—¡Ya no eres virgen de la boca!
Escondí mis manos en mi rostro antes de mirar alrededor asegurándome que la madre de Sabrina no se encontrase cerca. La mamá de Sabrina era una mujer súper simpática y amable, duraba la mayor parte del tiempo en casa porque no tenía un trabajo oficial y de todas formas con los brazaletes les iba bien, el papa de Sabrina vivía en México porque tenía un contrato con una petrolera y tenía que pasar varios meses al año allá.
—No es como si me hubiese dado mi primer beso
—¿Y qué tal besa? —preguntó Sabrina
—Pues besa riquísimo, y si así besa, no me quiero ni imaginar cómo sería tener...bueno, ustedes saben, sexo
Tres bocas se abrieron al instante
—¡Niña!
—Dijo la palabra con S... ¡Dijo la palabra con S!
—La hemos perdido, señores. Perdimos a Samantha.
—¡Que el señor te reprenda!
—¡Pervertida!
—Ustedes son tan bobos. —suspiré sin evitar reír
Fabián se levantó del sofá en un salto y de un golpe se quitó su camisa girándola en el aire y bailando ante la canción imaginaria
—Antonio te dará duro contra la pared.
—Ella quiere que la peguen contra el techo —Fabricio canturrió
—Basta —reí porque de verdad temía que la mama de Sabrina escuchara el escándalo.
—Escúchala, que eres perra no sorda.
—Nuestra niña será próximamente una mujer —Sabrina suspiró y yo le saqué el dedo del medio.
—¿Tomaremos las fotos o qué?
Tomar las fotos fue divertido, Fabián y Fabricio era súper fotogénicos y sabían cómo posar, además la luz del sol en el jardín de la casa de Sabrina era ideal, ellos también habían traído varios cambios de ropa que pasaban desde el casual hasta el formal dejando ver que los brazaletes combinaban con cualquier atuendo que llevaras.
Las fotos serian todo un éxito, pero después de dos horas tomando las fotos mi espalda dolía a muerte de tanto agacharme y encorvarme, iba a necesitar una bolsa con hielo en mis músculos.
Estaba cansadísima, tomar fotos no era fácil a pesar de los muchos creían y encontrar el ángulo perfecto que contrarrestara con la luz del sol era laborioso.
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Enloqueciendo con los Vilkartiz✔️
Chick-LitSamantha Vilchez nunca ha estado enamorada, ella ansia y desea tener un amor de cuentos de hadas. Saber qué se siente eso que todos llaman amor Y luego, Samantha lo ve a él. Antonio De Rossi, el chico misterioso que parece sacado de la mitología rom...