LVI. Piensa mal y acertarás

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Piensa mal y acertarás


"Amar a dos, le rompe a tres el corazón"


—Dichosos los ojos que tienen el placer de verte —el sarcasmo se filtró en la voz de Sabrina cuando me miró en el pasillo de la Universidad.

Tenía tres noches sin dormir por culpa de Antonio pero no más. No tenía ánimos pero aun así me levanté de la cama de Santos y me obligué a bañarme, vestirme y venir a la universidad, no podía descuidar mis estudios. No podía seguir descuidando de los demás aspectos de mi vida por Antonio. Nunca más.

Estaba preocupada por él y por lo sucedido con su madre. Estaba preocupada por la Loca de los Pájaros y tenía que empezar a dejar de llamarla así pero no era realmente mi problema. Antonio y yo ya no entrabamos en la misma ecuación.

Lo había aprendido a las malas. Pero lo aprendí.

Y seguía sintiéndome vacía, seguía sintiendo que me faltaba el aire y que respiraba a medias... Sentía que me faltaba Santos y es que estaba tan acostumbrada a él, tan cómoda y bien en su compañía, cuando dormíamos juntos, cuando me hablaba y me hacía reír. No contestaba mis mensajes, ni mis llamadas, me estaba ignorando. Quería asegurarme que él estuviese bien, que no estaba enojado conmigo. Tenía que decirle que siempre tuvo la razón y yo era una redomada idiota.

—He tenido unos días de mierda —le dije sentándome a su lado

—Me alegro. Te lo mereces.

—No sabes de lo que hablas, Sabrina —le dije perdiendo la paciencia porque estaba irritada. Estaba sensible y todo me ponía aún más sensible.

—Dime tú qué es lo que no sé. —habló con reproche como si estuviese molesta conmigo. Y eso me recordó de un asunto que aún no habíamos tocado

—Mira, la que debería estar molesta contigo soy yo. No te hagas la santa conmigo que bien que te vi en la fiesta del sábado en la lavandería de mi casa liándote con Damián. ¡Con Damián!

Sus ojos se abrieron y se quedó pálida. Aja. Ahí estaba la culpa

—¿Me viste?

—¡Si! Jamás me esperé eso de ti. ¿Cómo te lías con él sabiendo que Santos estaba afuera de ahí? ¿Cómo te metes con dos amigos?

Sabrina se quedó confundida ahora

—¿De qué coño hablas?

—¡De tu relación con Santos!

—¿Mi rela...? —Pareció entender y soltó un resoplido— ¿Acaso todos pensaban que Santos y yo estábamos saliendo?

—¿No lo están? —y si lo estaban, tenía que primero hablar con Santos para saber qué sentía él por Sabrina

—¡Por supuesto que no! Le estaba enseñando a cocinar

—Santos no cocina

—Por eso me pidió que le enseñase. Cada vez me sorprendo más de lo tonta que eres Samantha, de verdad. Por supuesto que no sabía. Si supiese, no me pediría que le enseñase en primer lugar ¿no crees?

—No. No lo entiendes. Santos no cocina. Es imposible. La cocina y él son como agua y aceite

—Mi mama y yo lo logramos. Después de mucho trabajo pero lo logramos.

—¿Santos ahora cocina?

—Mira Samantha solo porque me caes bien no te he dejado de hablar pero eres tan estúpida que hasta me das pena

Enloqueciendo con los Vilkartiz✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora