XLIII (Parte I)El presente se vive, el recuerdo queda y la vida sigue

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El pasado muere, el presente se vive, el recuerdo queda y la vida sigue


"Do they even know you? 
All the things you hide from me
All the shit that you do" 


En el cantar de los pájaros encontraba la paz, mi cabeza dolía y mi alma necesitaba un descanso.

Ya me parecía a una de esas protagonistas de novela que lloraban y sufrían por su amor no correspondido. Que mierda

—¿Cómo estas pequeña ave? —la Loca de los Pájaros me vio acercarme hasta su banco

Y últimamente encontraba un verdadero placer en conversar con ella porque no había nada mejor que contarle tu vida a un completo desconocido. Si mi madre supiese... Sin embargo tenía fe ciega en que nadie que viniese a alimentar a los pájaros podía ser una mala persona y yo, indudablemente confiaba en mi lógica

—Si soy un ave, espero ser un fénix porque me acabo de echar un litro de gasolina encima y luego encendí una cerilla.

Estaban las personas exageradas y después estaba yo.

La loca de los pájaros parpadeó contrariada desviando su atención de los pájaros en el piso

—Lo importante es que, como el fénix, renazcas. —comentó haciendo alarde de su sabiduría y me encogí de hombros porque en este momento quería tener un interruptor para dejar de sentir.

¿No hay ningún Damon Salvatore por aquí que me enseñe a hacerlo?

—¿El mismo mal de amores? —preguntó tendiéndome la bolsa de alpiste para que yo alimentara a los pajaritos

—El mismo que canta y baila. Me enamoré de una persona que no estaba enamorada de mí y saber que el amor no es correspondido realmente apesta.

—¿Te lo dijo?

Asentí.

—Y me dijo que seguía enamorado de su ex novia. —quien resultaba ser la ex de mi hermano.

— El amor no duele. Nunca. —ella dijo— duele el rechazo y duelen las expectativas que nos creamos pero nunca el amor.

—Si bueno, dígale eso a mi corazón a ver si lo entiende.

Podía sentir sus ojos en mí pero seguí con mi atención en los pájaros

—Lo entenderá. En algún momento, lo entenderás. Amar es la más plena felicidad pero llegar hasta es punto es un trabajo de toda una vida.

—¿Alguna vez le rompieron el corazón?

Ella estuvo un momento en silencio y luego sacudió su cabeza

—No.

—Que suerte tuvo —solté

—Me lo rompí yo misma —continuó logrando que alzara mi vista hacia ella— Nadie nos rompe el corazón, las personas pueden tener acciones o palabras pero no tienen el poder de rompernos el corazón. Somos nosotros los únicos que podemos hacerlo. Tú eres la única con ese poder, pequeña ave, recuérdalo. No culpes a nadie por los sentimientos que únicamente, están dentro de ti. Es tu corazón, son tus sentimientos. Tuyos.


*****

—Llegó la sal de mi sancocho —Damián sonrió cuando entré a la casa

Enloqueciendo con los Vilkartiz✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora