Burro que se regresa, se pierde
"Solo aquellos que nos hacen tocar las estrellas
son los mismos que nos pueden llevar a las tinieblas"
Víctor Hugo
SANTOS SANKARTIZ
Su rostro palideció por unos instantes mientras observaba mi celular, las pruebas hablaban por sí solas pero aun así, estaba aquí, pidiéndole primero una explicación, intentando confiar en ella, creer en sus sentimientos antes de dejarme llevar por esas sensaciones amargas que se reproducían con velocidad apremiante dentro de mí mientras más observaba el vídeo.
De cómo Antonio la besaba y cómo ella no se apartaba. Ella dejó que la besara.
Ella se fue con él y no me dijo nada justo después de que le dijera que no la quería cerca suyo.
Joder, jamás me habían sido infiel, ¿Así fue como se sintió el Cornudo cuando descubrió el engaño de su novia? ¿Cómo se supera ese sentimiento?
Tati subió los ojos hacia mí y sus ojos castaños se achicaron con enojo.
—¿Me estas espiando?
—¿Qué?
—¿Qué es esto Santos? —Ella alzó mi celular en su mano y lo agitó tan fuerte que pensé que lo tiraría para hacerlo añicos
—¡¿Qué es eso?! ¡Eso te lo pregunto yo a ti!
— ¿Ahora me estas siguiendo para ver qué hago?
Abrí y cerré mi boca sorprendido por la capacidad que tenían las mujeres para siempre voltear las cosas a su favor.
—Si te estuviese espiando significase que no confío en ti y en cuanto a mí, no salgo con alguien en quien no confío pero vaya, aparentemente si debía de tener razones para desconfiar.
—¿Entonces quieres que crea que alguien de la nada me grabó y te envío esto? ¿Quién demonios te lo envío? —Samantha volvió a mirar la pantalla del celular con gesto ceñudo pero caminé hacia ella y le quité mi teléfono de sus manos.
—Me importa una mierda quién me lo envió. Lo que me importa es lo que envió. ¡Te besaste con él!
—¡No! No me besé con él. Él me besó a mí. Fue él
—¡Y tú le devolviste el beso! ¡Tú te fuiste con él y no me dijiste una puta mierda!
—Déjame... Déjame explicarte
Me crucé de brazos, sintiendo que la paciencia, que la bola en mi garganta crecía. Los celos y la decepción eran una sensación insólita, quemaban dentro, escocían como una herida a que se le echa sal.
—Eso estoy esperando. Una explicación
Confiaba en ella, tan ciegamente que era absurdo. La quería tanto que estaba incluso fuera de mi comprensión, que a veces me quedaba viéndola y sonreía sin siquiera ser consciente de lo que hacía.
Aquí estaba yo, otra vez lidiando con el pasado que dejó Antonio en ella, luchando contra la inseguridad que quizá, Antonio era más presente de lo que temía y el miedo a perderla era mayor que los celos hacia él, por eso estaba, otra vez, esperando a que me pidiese perdón, a que me pidiese otra oportunidad porque si ella me lo pedía, yo no podría decir que no.
ESTÁS LEYENDO
Enloqueciendo con los Vilkartiz✔️
Genç Kız EdebiyatıSamantha Vilchez nunca ha estado enamorada, ella ansia y desea tener un amor de cuentos de hadas. Saber qué se siente eso que todos llaman amor Y luego, Samantha lo ve a él. Antonio De Rossi, el chico misterioso que parece sacado de la mitología rom...