El amarillo se volvió su color favorito, sin conocerlo y si nunca antes verlo. Era por la chica rubia que lograba hacer latir su corazón con el simple tacto de sus manos tocando los suyos, era un sensación tenebrosa que lograba hacer temblar todo su...
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Todo en su mente era un huracán interminable, era una confesión que nunca se espero y que le tomó por sorpresa, la chica de la que estaba enamorada sentía lo mismo, no podía creer lo que sus oídos habían escuchado y un dolor fuerte en su pecho al escuchar su últimas palabras ''Este es el adiós''. Aquellas palabras que salían de su boca, era nuevas y nunca se lo imagino, ni en sus sueños más exagerados, también la dejo realmente confundida.
''El tenía razón, eres como un ángel''
No sabía a quién se refería con ''El'' era la primera vez que lo escuchaba o al menos eso creía. No lograba comprender todo lo que había sucedido, hubiera preferido no escucharlo, hubiera preferido que simplemente la rechazara, eso le hubiera dolido menos. Si su corazón fuera un pedazo de cristal, estarían todos sus pedazos en el suelo, era frágil como un cristal pero en vez de romperse le causaba un fuerte dolor en su pecho.
No tuvo el valor de contárselo a nadie ni siquiera a Chaeyoung, era algo que prefería guardárselo a si misma, no le veía una razón del porque contar algo tan intimo y conociendo lo reservada que era Sana con las demás personas, si alguien se enterara de lo que sucedió esa tarde, sería un gran problema, aún así le dolía ocultárselo a su mejor amiga. También tuvo que mentirle a su madre por la perdida de su celular, no sabía que excusa decirle, terminó diciéndole un montón de cosas que su propia madre se rindió con ella y simplemente le respondió que tenía que tener más cuidado.
—Llevas toda la semana extraña—Dijo Chaeyoung con un refresco en la mano—¿Quieres volver a casa?
Estaba con Chaeyoung en un pequeño parque de diversiones que abrieron no muy lejos de su hogar, aceptó salir para poder distraerse un poco y dejar descansar su mente.
—No quiero ir a casa ni mucho menos encerrarme en una habitación—Dijo con total sinceridad la menor.
Se levantaron de una pequeña banca que estaba cerca de todos los puestos de comida, iban a dar una última vuelta antes de ir a cenar a otro lugar. Toda la tarde se la pasaron subiendo a los pocos juegos que no eran un problema para Dahyun. Le hacía demasiado bien el caminar tomada de la mano de su mejor amiga, su mano era tan cálida y le daba un fuerte sentimiento de protección.
—¿Y como te va con Taehyung? Escuché por uno de sus amigos que aceptaste salir con el...—Chaeyoung continuó caminando sin detenerse ni una sola vez—¿Por qué no me contaste?
Dahyun apretó fuertemente la mano de su mejor amigo y trago un poco de saliva. Había olvido ese pequeño detalle, no le contó sobre su decisión de aceptar salir con el chico pelinegro, nunca espero que lo escucharía de alguien más.
—He tenido una semana difícil—Susurro Dahyun—Olvide contarte, lo siento—Finalizo.
—Yo también he estado un poco ocupada estos días y casi no hemos pasado tanto tiempo—Se justifico la más bajita—A veces es bueno tener secretos, así no lastimas a nadie más.
