Había pasado todo tan rápido, fueron días bastantes duros en los que las verdades no dejaban de revelarse, desde su pequeña discusión con Tzuyu, hasta con la triste historia que llevaba guardado Sana. No tenía ni idea de lo que pasaría más adelante, ni que caminó tomaría, una parte de ella solo quería dormir y escuchar música como solía hacerlo todas las tardes. Si pensaba acerca de como era su vida unos meses atrás, era completamente tranquilo y solo era una adolescente ciega en busca de una vida normal. No deseaba cambiar nada en su vida, ni volviendo al pasado cambiaría los sentimientos que ahora sentía por Sana, la chica de cabellera rubía que le brindo su paraguas cuando lo necesitaba; tal vez lo único que cambiaría sería ser más honesta con sus sentimientos y no huir como una niña pequeña al escuchar todas las opiniones de los demás.
Ahora mismo estaba en el salón de clases junto a Nayeon, desde la mañana su amiga parecía callada y solo hablo una vez para saludarla. No era muy normal que estuviera en total silencio y solo hablara para preguntarle cosas a la profesora acerca de las actividades que realizarían. En la hora del descanso se fue sin ella, si quiera le preguntó si saldría a comer o se quedaría en el salón.
—¿Nos vamos?—Dijo Chaeyoung desde la puerta.
Habían quedado de desayunar juntas, ya que tenían un montón de cosas de las cuáles hablar y querían ponerse al día.
—¿Nayeon no esta cerca?—Preguntó curiosa la menor tomando sus cosas de la mesa.
—No, ella se fue con Tzuyu ¿Por qué lo preguntas?
—Por nada, simple curiosidad—Le mintió.
Chaeyoung le ayudó a llevar su mochila, se dirigían al kiosco del instituto el que estaba en la parte de atrás. Ese kiesco parecía demasiado importante para su mejor amiga, nunca le explicó la razón, solo fue ella misma la que sugirió que fueran, era un lugar tranquilo y nadie más las interrumpiría porque era un lugar no muy concurrido. El olor a hoja seca era muy fuerte, gracias a eso pudo saber que estaban cerca de su destino. El sonido de los zapatos aplastando todas las hojas del suelo parecía divertirle mucho, ya que le recordaba buenos momentos que compartió con su familia; los pocos que momentos que eran especiales para ella.
Se sentaron la una enfrente de la otra en el suelo de madera, parecía que nadie había ido en días. La flor que Chaeyoung había dejado una tarde, seguía intacta en el mismo lugar en el que lo dejo con una carta justo de bajo de la flor. Dahyun acomodo un poco los pies, no le gustaba la manera en la que estaba sentada y se movió un poco para atrás chocando con un pedazo de manera. Gritó del susto e hizo reír a su mejor amiga.
—Hace tiempo que no te escuchaba reír tan fuerte—Hizo un puchero la menor—¿Te divierte el dolor ajeno?—Se bufó.
—No es eso—Rió Chaeyoung—¿Como te encuentras? Escuché por ahí que Minatozaki despertó, debes estar feliz—Miró a su mejor amiga y notó como su sonrisa se iba borrando del rostro—¿Paso algo que no me has contado?
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Yellow (SaiDa)
أدب المراهقينEl amarillo se volvió su color favorito, sin conocerlo y si nunca antes verlo. Era por la chica rubia que lograba hacer latir su corazón con el simple tacto de sus manos tocando los suyos, era un sensación tenebrosa que lograba hacer temblar todo su...