El amarillo se volvió su color favorito, sin conocerlo y si nunca antes verlo. Era por la chica rubia que lograba hacer latir su corazón con el simple tacto de sus manos tocando los suyos, era un sensación tenebrosa que lograba hacer temblar todo su...
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No podía sacarse aquellas palabras tan hirientes que escuchó de la boca de Sana, fue un problema evadir todas las preguntas que Nayeon le hacía todo el tiempo, guardo silenció una vez que llegaron a sus asientos. No se encontraba para nada cómoda con todo lo que estaba pasando, tener a Tzuyu cerca solo lo complicaba más y tener a Taehyung sujetando su mano y dándole pequeños besos en la mejilla le incomodaba un poco. Nadie volvió hablar del tema, terminó de cantar y volvió a su asiento. Taehyung y Nayeon, eran los únicos que se quedaron, al volver no esta más la taiwanesa, tampoco se molestó en preguntar, no era asunto suyo lo que involucrara a Sana y Tzuyu.
Al día siguiente.
Era una mañana helada, todos parecían llevar sus abrigos puestos y sus bufandas. Dahyun y Chaeyoung decidieron ir a la escuela caminando, les parecía buena idea caminar un poco y conversar un poco antes de tener que separarse en la escuela. Aún tenía un montón de preguntas que hacerle a su mejor amiga, se quedaba callada cada vez que intentaba preguntarle acerca de Myoui Mina, ni siquiera le contó sobre que ahora eran amigas.
Chaeyoung sujetaba su mano, a pesar de que era un día frió, la mano de su mejor amiga era cálida como una pequeña y sabrosa taza de café. Guardo silenció en todo el caminó, no quería arruinar el momento, no quería presionarla, de querer haberle contado, lo hubiera hecho desde hace mucho.
La llevó a su salón, la dejo en la puerta y se despidieron, no tardo mucho y entró al salón. Normalmente siempre era la primera vez en llegar, le sorprendió mucho sentir la mano de su compañera de alado al querer colocar unas cosas sobre la mesa.
—¿Nayeon?—Dahyun sonrió y dejo sus cosas aún lado—¿Por que viniste temprano? Aún faltan 30 minutos para que inicien las clases.
No recibió respuesta de su querida amiga Nayeon. Lograba escuchar la respiración de la persona de alado, movió su mano con mucho cuidado hacía un lado y su mano volvió a chocar con una mano.
—¿Nayeon?—Volvió a repetir la menor.
—No soy Nayeon—Susurro la japonesa.
Dahyun quitó su mano rápidamente sobre la mesa y las resguardo arriba de sus rodillas. Un nudo en la garganta se le formo, sacudió un poco la cabeza, pensaba que estaba teniendo solo un mal sueño y deseaba despertarse. Si realmente fuera Sana, Chaeyoung le hubiera advertido.
—Que susto, debo estar imaginando cosas—Rió Dahyun divertida.
Sana llevaba puesto una sudadera blanca que ocultaba su rostro tras un gorro, llegó temprano, por alguna razón sus pies caminaron hasta el salón de clases de Dahyun. La noche anterior en casa de Tzuyu, cuándo le pregunto sobre sus sentimientos, le dejo un trago amargo en la garganta al recordar en todas las cosas absurdas que dijo esa tarde.
—No es tu imaginación—Sana agarro su mano de Dahyun que permanecía oculta debajo de la mesa—Vine a disculparme por lo de ayer—Se quito el gorro de su sudadera—Me sentía demasiado enojada, dije las cosas sin pensar y termine hiriéndote de nuevo.
