Fin.

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Sana

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Sana.

La noche fue demasiado larga, más de lo que se imaginaba. Antes de caer rendida, miró a Dahyun y al verla dormir tan tranquila con una sonrisa en el rostro, tomó una decisión. Protegería esa sonrisa, no quería verla llorar, de solo recordar su rostro pidiendo a gritos por ella, le dolía, no quería volver a presenciar ese llanto amargo de nuevo. Antes de que todos despertaran, tomo sus cosas y agarro el primer taxi disponible, solo llevaba puesta la pijama y traía sus cosas en la mano, la mañana era tan triste y silenciosa, que al mirar a la calle, podía ver todo lo sucedido la noche anterior. Había pedido que la llevaran a casa de su mejor amiga, era a la única persona que deseaba ver ahora mismo, no tenía otro lugar al cuál ir. Paró enfrente de la casa, se quedo parada frente a la puerta sin tocar el timbre, agarro valor y timbro, no tardo tanto en abrir la puerta y se encontró con el rostro soñoliento de la japonesa de cabello corto.

—¿Puedo pasar?

Mina asintió y se hizo aún lado para que entrara. 

—Me sorprende verte aquí y más a esta hora ¿Necesitas algo?

Sana no le respondió se lanzó a Mina abrazándola y ocultando su rostro sobre su cuerpo. Le terminó correspondiendo el abrazo, no le hizo ninguna pregunta y no se soltaron durante varios minutos. Era muy extraño que quisiera abrazar a alguien, pero al verla, su cuerpo actuó por si solo. 

—¿Soy una mala amiga? ¿Verdad?—Susurro Sana. 

—Lo eres—Le respondió con la verdad Mina—Sin embargo, aún así no te cambiaría por nada. 

—Solo vine a disculparme, por lo mal que me he portado contigo estos días—Se separó de la japonesa de cabello corto—Ayer estuve apunto de hacer una tontería, realmente estaba decidida a quitarme la vida, me di cuenta que iba a irme sin disculparme contigo y eso no era justo para ti.

Mina no podía creer lo que estaba escuchando.

—Si lo hubieras hecho, nunca te hubiera perdonado Sana...

—Lo sé, Mina—Suspiró la japonesa—Por eso quise venir a verte, porque nunca fui justa contigo ni ahora lo estoy siendo. 

—¿Cuándo has sido justa?—Rio Mina—Eres Minatozaki Sana.

—Tienes razón—Se rio—¿Puedo pedirte un favor?—Mina asintió—Quiero que me acompañes a un lugar, no quiero ir sola o siento que no podré pasar de la entrada. 

—Pero necesitas cambiarte primero—Se bufó la japonesa de la pijama de Sana. 

Sana asintió y abrazó a Mina una vez más. 

—Por supuesto—Se rio Sana. 

Las palabras que la madre de Dahyun le dijo aquella noche, le sirvieron de mucho para que pudiera armarse de valor e ir a ver a su madre, al menos una vez. Quería enfrentarse a ella de nuevo, que hablaran de una forma más tranquila y decirle todo lo que llevaba guardado en su interior durante mucho tiempo. Necesitaba ir con alguien, sabía que de ir sola no podría pasar de la puerta, pero si Mina la acompañaba se sentiría más segura y más tranquila. Todavía era muy temprano para que fuera, esperaron hasta el medio día para poder ir al hospital. Mina tenía varías llamadas perdidas de Chaeyoung, no respondió a ninguna por petición de Sana. Antes de que fueran al hospital tomaron un baño y se cambiaron. De camino estuvo pensando acerca de que le diría al verla, no sabía que le preguntaría o le diría. Mina la acompaño hasta la puerta de la habitación de su madre.

Yellow (SaiDa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora