El amarillo se volvió su color favorito, sin conocerlo y si nunca antes verlo. Era por la chica rubia que lograba hacer latir su corazón con el simple tacto de sus manos tocando los suyos, era un sensación tenebrosa que lograba hacer temblar todo su...
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Dahyun sabía que no debió permitir que Sana la besara, estaba muy mal. Salía con alguien que era su amiga y ella tenía novio. No pudo resistirse, era algo que ella también deseaba. Era la primera vez que la besaba con demasiado sentimiento, era tan profundo que lograba estremecer su cuerpo y volver loco su corazón.
La rodeó con sus brazos y se aferraba tanto a su cuerpo, en ningún momento Sana hizo algo que la incomodara, era demasiado cuidadosa. Sus manos se mantenían aferradas a sus caderas y su lengua danzaba en su boca con una especie de melodía lenta. En ese momento se imaginaba que la canción que sonaba era la misma que escuchó en uno de sus Dramas favoritos (I will go to you like the first snow) como si fueran los dos protagonistas, de su propia historia.
Los labios de Sana eran tan adictivos, por eso todos caían por ella como aves muertas al suelo. Entro en razón, terminó el beso, dejo de mover sus labios y se alejo un poco.
—Tengo novio, Sana—Dijo apenada.
—Perdón—Le susurro Sana alejándose un poco de sus labios sin despegar sus narices—No debí besarte, a veces olvido que tienes novio.
Las manos de Sana temblaban.
—No es tu culpa. Yo también lo quería—Dahyun soltó un fuerte suspiro—Esta mal, no debería alegrarme porque me besaras—Acarició la mejilla de Sana—Deseo tanto que me beses de nuevo—Recorría cada parte del rostro de Sana detallando poco a poco—¿Te puedo hacer una última pregunta?—Sana asintió—¿Nos conocimos en el pasado?
—No exactamente, pero si nos encontramos un par de veces—Le respondió con la verdad Sana.
—¿En dónde?—Le preguntó sorprendida.
—No puedo decirte—Sana le acarició la mejilla—Si no lo recuerdas, es que no fue tan especial.
Dahyun estuvo apunto de responder, se vio interrumpida por su celular que sonaba y sonaba, le apretó en el medio y contesto, era su madre la que llamaba. Le preguntaba en dónde estaba, que iría por ella, se comenzaba hacer tarde, estaba muy preocupada. Le dijo que no se preocupara que pronto llegaría a casa y luego de tanta insistencia termino aceptando que Sana la llevara hasta la puerta de su casa.
—Siempre sentí que te conocía, ahora obtengo mi respuesta—Le sonrió con sus pequeñas mejillas sonrojadas aun lado—Quisiera que este momento nunca terminara, pero debo ir a casa—Se dio la media vuelta—Prometo que cuando tenga una pista de en dónde nos conocimos, te lo diré—Rió emocionada.
Iban de caminó a casa de Dahyun, esta vez iban una alado de la otra tomadas de la mano. El caminó que en un principió parecía largo, se sentía como si alguien lo hubiera cortado y pegar ambas esquinas, se veía tan cerca el final de su recorrido. Subieron a un autobús, no estaba demasiado lleno, consiguieron dos lugares y se sentaron. Sana comenzaba a bostezar y cabeceaba, se acomodó en el hombro de Dahyun y cerro completamente sus ojos. El amor estaba tan cerca, solo era cuestión de atarlo bien para que no se perdiera de nuevo. No tenía idea de lo que pasaría después de este día, ni mucho menos de que significo ese largo beso robado.
