Todo se iba perdiendo, como si el viento fuera desvaneciendo los recuerdos que tenía con Sana, era absurdo pero esos últimos días era lo único que pedía con todas las fuerzas de su cuerpo. Luego de esa interrupción de Tzuyu en la conversación con la madre de Sana, se despidió de ambas y salió de la habitación con mucho cuidado evitando chocar con cualquier objeto en el caminó. Quería negarse a esa petición absurda de Tzuyu, estaba cansada que siempre intenten manipularla, que siempre era ella la que tenía que ceder ante todo con tal de que nadie saliera lastimado, aún sin importarle que todo el daño lo recibiera ella. Lo único que deseaba es al menos tocar su mano de Sana, no podía verla ni escucharla, pero sostener su mano era lo único que la conectaba a ella. Y se lo habían quitado, por ser cobarde.
Era una tonta. Nadie necesitaba decirle, ella misma lo sabía.
Perdida entre la multitud, sus compañeros y esa cantidad inmensa de árboles que la rodeaban eran su único consuelo. Lleva días deprimida, ir a la escuela se convirtió en un dolor de cabeza. Nayeon siempre hablaba sobre Tzuyu y lo mal que la estaba pasando. No la culpaba, era amiga suya después de todo, y era normal que se preocupara por ella. Solo se quedaba recostada en el tronco del árbol escuchando cuidadosamente cada palabra que salía de la boca de su amiga.
Los bultos debajo de sus ojos eran más grandes que la semana pasada, los días de insomnio la carcomían cada noche y la envolvían en un montón de pensamientos negativos que le causaban un dolor de cabeza. Solamente quería descansar un día completo, dormir sin ninguna preocupación y beber un poco de capuchino junto a su madre en la cafetería que era su favorita de las dos. Lo sentía tan distante.
—Hasta que por fin te encuentro. No es común que te saltes tus clases—Le dijo alguien a sus espaldas—¿Por qué no has ido a visitar a Sana?—Volvió hablar esa voz.
Dahyun regreso a la realidad de la cuál deseaba escapar.
—Tengo muchas cosas que hacer, Mina...—Dahyun se acomodó en el pasto—Hay cosas más importantes que ir a perder mi tiempo a un hospital.
Mina rió al escuchar todas esas tonterías saliendo de la boca de Dahyun.
—Algo me dice que mentir no es tu fuerte—Mina se sentó aún lado de Dahyun y se estiró un poco—¿Paso algo que yo no sepa? ¿O es que Sana aún durmiendo puede seguir arruinando lo de ustedes?—Se bufó con la intención de hacer que riera, pero fue plan fallido.
—¿Y como sigue? ¿Hay buenas noticias?—Susurro Dahyun bajando la cabeza—Mi madre solo me cuenta pequeñas cosas.
—Todo sigue igual—Mina soltó un fuerte suspiro de desilusión—Deberías ir a visitarla de nuevo, estoy segura de que puede escucharnos.
—No creó que sea buena idea, te dije que tengo mejores cosas que hacer—Dahyun se levantaba del pasto con cuidado de no tropezar—Cuídala mucho.
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Yellow (SaiDa)
Teen FictionEl amarillo se volvió su color favorito, sin conocerlo y si nunca antes verlo. Era por la chica rubia que lograba hacer latir su corazón con el simple tacto de sus manos tocando los suyos, era un sensación tenebrosa que lograba hacer temblar todo su...