PRÓLOGO

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El hijo de Écade nació en los albores de una era en decadencia, cuando la magia empezaba a mermar en las nuevas generaciones del hombre. Su venida fue recibida como presagio de bonanza: una nueva deidad que aportaría apoyo y fuerza extra a la Diosa solitaria. Siendo la única progenie de la primera deidad, dueño de un poder inconmensurable, gozó de privilegios que ningún humano jamás podría siquiera imaginar. Vivió entre paraísos infinitos en el plano divino como la encarnación de la batalla, las artes y el custodio incuestionable de las almas, encargado de juzgarlas y guiarlas hacia su siguiente reencarnación.

Su poder dio entrada a un periodo próspero y al resurgimiento de la magia como jamás se había visto. Pudo haber continuado así para siempre, mientras era adorado tanto por los creyentes de su madre, como por los fieles que voluntariamente se pusieron bajo su mandato. No obstante, un día la ambición del Dios fue más allá de lo que le concernía. Pese a los sacrificios de su madre, llegó el momento en que el hijo osó usurpar su poder y por ello, al perder frente a su creadora, cayó sobre él la inevitable sentencia: el exilio.

El día que el hijo de Écade fue expulsado a las profundidades del inframundo, el cielo rugió como una bestia herida y la tierra tembló como si fuera a partirse en pedazos. Momentos antes de que las puertas de aquella dimensión oscura se cerraran para siempre, en los instantes que precederían al silencio y autoreclusión de la Diosa, las palabras de Écade, herida casi de muerte, resonaron en las mentes de sus creyentes: «Por tu traición, por desear lo que no te pertenece, habrás de sufrir y todos los que alguna vez te siguieron serán condenados de la misma forma».

Entonces una era esplendorosa acabó; los fieles de aquel traidor murieron con él, aniquilados por el mundo, y la orden respetada y adorada de los heraldos etéreos, los mensajeros bendecidos de Écade, se desvaneció para jamás volver a repartir su palabra... hasta que el milagro sucedió. 

El Heraldo Etéreo (Parte 1 de la saga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora