83.

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—México no.

—México sí —río de forma malévola.

—Pero ellos... ¡Ellos no se han visto en mucho tiempo!

—Maplecito de mi vida. ¿Recuerdas cuántas veces tu hermano nos ha hecho la de pedo cuando andamos empezando el delicioso?

—Aun así... No creo...

—Maple... Es hora de la venganza.


Canadá no pudo detener a México, en realidad le daba la razón, por eso solo acompañó a su novio mientras esté preparaba una trompeta y subían muy despacio al segundo piso.

Les dieron suficiente tiempo a esos dos.


—Es ahora... o nunca.


México pateó la puerta, pegó un grito y después sopló cuanto pudo para asustar a esos dos. Se le fue el aire cuando escuchó los gritos y el golpe que se dieron al caer al suelo. Se había vengado bien bonito de la gordis..., pero sí le dio un poco de pena Ecuador, porque fue quien recibió todo el golpe de la caída.


—Diente por diente.


Sonrió mientras retrocedía, sin embargo, luchaba contra uno de la misma descendencia, uno tan salvaje como para no quedarse quieto.


—Corre, México. Porque yo si te saco la chucha.

—¡A ver esos putazos, culo!

—¡Era mi momento, careverga!

—Ni que estuviera tan bueno.

—¡Deja a mi gringo en paz!


Canadá solo suspiró cuando esos dos se lanzaron sobre el otro y empezaron a rodar por el suelo del pasillo, él simplemente ingresó al cuarto para revisar si su hermano estaba bien o no. Lo halló apretando los puños y maldiciendo desde el suelo, donde se había quedado porque al parecer se lastimó algo. Respiró profundo antes de decir una sola cosa.


—Sabes que te lo merecías, bro.


Después de eso solo ayudó a USA a levantarse, pero la cosa no terminó allí... sino en el hospital, porque el estadounidense de verdad se había roto la muñeca por una mal caída.

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora