153.

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Canadá ya sabía que México no le pondría atención mientras tuviera un juego nuevo. Estaba resignado y eso lo hizo pensar.

Porque estaba consciente de que no debía deprimirse, que pasaría, perdonaría a México y volvería a como antes.


—Y después volverá a pasar.


No señor. No estaba bien. Esperar ese ciclo raro no estaba bien. Debía aprovechar el tiempo, divertirse, convivir, pensar... Y por eso cortaba leña...

Sin camisa.

Sin camiseta.

Apenas si se dejaba los pantalones y las botas.

Era liberador.

Así pensaba mejor.


—¡Maple! —México gritó entre jadeos, entrando a su casa en pánico—. Maple.


Escuchó ruidos y fue hasta el patio trasero. Su corazón dio un vuelco cuando vio a Canadá balanceando un hacha y cortando la leña.

Era normal.

Por dios, agradecía que todo fuera normal.


—Mi vida.

—Mexique.

—Perdóname maple, sabes que no es mi intención, que me concentro un chingo en esa cosa. Pero pudo ser peor y...

—Mexique, quiero que nos demos un tiempo —Canadá dejó el hacha de lado y se acercó al mexicano—. Un tiempo prudente.

—Qué... ¿Qué?

—Hoy Letonia me hizo darme cuenta de algo —No lo dejó hablar y siguió—. Y es que... tal vez nos apresuramos al decidir vivir juntos.

—No. No. Ese cabrón sólo quiere que nos enfadamos y...

—Rechacé a Letonia —sonrió—, pero es mi amigo y como tal me hizo ver algo... Mexique, yo te amo, pero si esto sigue así, no va a funcionar... Necesitamos un tiempo. Un tiempo para que tú te diviertas con esos juegos... Y un tiempo para que yo busque diversión también.

—No me dejes —le suplió sosteniéndole de la camisa.

—No podemos seguir así. Esperando a que yo me enoje porque te olvidas de mí... Y tu corriendo a buscarme cuando yo salga a buscar algo de tranquilidad y atención.

—Maple... Te amo un chingo. No me hagas esto.

—Mexique, me iré con mi hermano un par de semanas —le acarició las mejillas—. Necesito pensar y que tú pienses —se acercó para besarle los labios—. Necesito que nos aseguramos de que esto es amor y no una mentira.

—Puedo cambiar, maple.

—Te amo —lo besó de nuevo—. Y por eso debo irme... Porque no quiero enojarme contigo otra vez.


Esa tarde, México vio a Canadá empacar una maleta pequeña e irse. Pero juraba que no sería para siempre. Porque lo amaba de verdad... Y se lo demostraría.




Notas finales:

Esto termina aquí, pa' que ustedes le den final. Yo no me arriesgo.

Los ama~

Krat~

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora