Chiquis [México x Canadá]

127.

#Padres

—Ahí está...

Fue el susurró de CIA y cierto mexicano que estaba espiando desde un arbusto falso ubicado junto a unas cajas. Porque el tercer integrante de ese chisme, llegó en un auto negro con vidrios polarizados. Demasiado "discreto" como para el asunto, aunque tenía buen gusto y...

¿Quién usaba botas militares cuando se transportaba en ese auto tan elegante?

Aparte de unos jeans, una camiseta con el logo de...

—¿Es neta?

No podía ser cierto. El chistecito de NATO en la playera, el reloj caro, la hamburguesa en una mano y las gafas oscuras. Era...

—¡Papá!

México dejó caer sus Sabritas cuando vio a Hub correr a los brazos de aquel capitalista egocéntrico y bastardo que... ¡Oh por dios! ¡Él era...! ¡USA era...!

—¡Y ahoda qué hishiste! —golpeó la cabeza de Hub.

—Ame —suspiró Canadá—, no hables con la boca llena.

—¡Es por este niño! —tragó a prisa—. ¡El estrés me da hambre, honey!

—Ya basta de saludos —CIA intervino antes de que se pusieran cariñosos—. Tenemos un problema que resolver. Y este niño tiene que decir cómo es que uno de sus videos es la pista para hallar una red de...

—¿Hay denuncias? —investigó USA antes de dar otro mordisco a su hamburguesa.

—Mami —se quejó Hub antes de abrazarse a Canadá.

Y mientras esos cuatro seguían discutiendo sobre lo que les importaba, cierto tricolor estaba teniendo un shock, y cuando tenía un shock, hacía estupideces, y la estupidez de esa ocasión... fue...

—¡Es mío ahora, pinche gringo! —y le lanzó lo primero que encontró, lo que fue una cajita feliz a medio terminar.

Una papita dio justo en la frente de USA y otra se le metió a la boca —porque justo iba a morder su hamburguesa de nuevo cuando lo atacaron—. CIA no pudo evitar reírse al escuchar a su padre atorarse y medio vomitar. Hub empezó a filmar el momento porque era oro puro para su colección sobre su nuevo padre y el amor de la vida de su mami. Y Canadá palideció... porque su pequeño secreto se acabó.

—¿Mexique?

—¿USA? —señaló a los otros tres—. ¿Es USA?

—Por eso no te quería decir.

—Pero...

Y nada más, no pudo decir nada más, ¡porque todo eso fue un caos!

—No me odies, Mex.

—A ti te amo, pinche güero —boqueó mientras señalaba a USA—, pero a ese ni lo aguanto.

—Lo sabemos —susurraron Hub y Canadá.

—¡Dime que fue un error! ... ¡Por favor! ... ¡Dime!

Silencio, nada más.

—Maple...

—No fui un error —Hub sonrió—, eso es obvio.

México hubiese preferido seguir con la duda. Pero ya nada podía hacer.

Notas finales:

Jjajajaja, creo que fue evidente desde el inicio, pero me gustó como quedó.