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Estaban ebrios, sin razón aparente, solo quisieron beber, y alguien tuvo que ir por ellos.


—Weeey —se abrazaba al otro tricolor—. Wey.

—¿Shí? —el menor elevó su rostro para intentar enfocar a su amigo— ¿Qué pasha?

—Es que es tan bonito.

—¿Quién? —dudó.

—Es que es tan bonito —suspiró como cualquier enamorado—. Tan bonito... Lindo... Y sabroso.

—Ah —hizo una mueca—. ¿Tu maple?

—Mi taquito —señaló algo a lo lejos.


Y luego las risas, muchas risas por parte de los dos idiotas que se servían otro vaso y de los dos gringos que llegaron ahí por ellos.


—¿Te enamoraste de eso, sweetie? —USA señaló al mexicano que seguía hablando de su comida.

—Es lindo —Canadá sonrió.

—Cany... estás perdido.

—Yo no hablaría mucho si fuera tú —señaló a esos dos.


Sí. Tuvieron que cargar a su correspondiente latino antes de que lograrán treparse a la mesa para alcanzar no sé qué cosa del techo. Era mejor evitar un accidente o algo así. 

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora