Chiquis [México x Canadá]

54.

Canadá había engordado, todos lo notaron, pero ninguno se atrevió a decirlo, no querían herir los sentimientos del maplecito, y mucho menos enfrentarse a un mexicano enojado porque su novio estaba triste. Pero siempre había un idiota.

—Sweety, tienes pancita.

—Eh? Really?

Todos se escondieron para ver el desenlace de eso, por eso presenciaron cómo USA levantó la camiseta de Canadá y revisó minuciosamente la curvita que adornaba el abdomen de su hermano.

—¡Es tan bonita!

—¡Ame! —se quejó.

USA se abrazó a la cintura de su hermano, riéndose al sentir la suave textura de lo que recordaba siempre fue un vientre plano y algo ejercitado, ignorando las protestas de Canadá quien tenía las mejillas rojas por la vergüenza.

—¿Y quién te hizo esto? —al fin USA dejó de molestar a Canadá.

—No sé —acomodaba su ropa—, pero no vuelvas a hacer eso.

—¿Será tu novio tercermundista? —miró a su hermano después de quitarse las gafas—, porque sería la única cosa que le agradecería a ese idiota.

—USA, no empieces.

—¿Te está sobrealimentando?

—No.

—Dime la verdad —amenazó.

—Es que... me gusta su comida —admitió sujetando su camisa en amague de cubrirse el abdomen—, no puedo evitarlo.

—No me quejaré si te vuelve una bolita llena de amor —le sujetó las mejillas—. Qué bonito.

—¡Ame!