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Canadá miraba intrigado al country que estaba frente a él, porque ya eran quince minutos parados uno frente al otro en completo silencio.


—Mexique, ¿me dirás para qué me citaste? —habló con un marcado acento.

—Pérate... Quiero memorizar tu hermosa carita antes de cagarla.

—No entendí eso —comentó con duda.

—Bueno ya —México respiró profundo—. Te quiero pedir... que... —los nervios le estaban traicionando, sentía maripositas en la panza—. Bueno yo... —es que eran esos ojazos que brillaban— quería pedirte muy respetuosamente que...


Canadá sonrió divertido por la forma dudosa con la que le hablaban. No entendía por qué México estaba siendo tan formal.


—Yo... quiero —jugó con su paliacate mientras sentía sus mejillas sonrojarse un poquito— que me des el honor de... Que me des la oportunidad para...

—¿Quieres que te haga un favor?

—Algo así.

—Dime, ¿qué es?

—Quiero que me hagas el honor de... coger conmigo...

—¿Co...?

—¡Ay, no! ¡Eso no era! —se golpeó la frente—. ¡Lo pensé en voz alta! ... ¡Olvida eso! No. Yo no quise... —enrojeció sin poder evitarlo—, bueno, sí lo pensé, pero no... ¡Ay, virgencita! ¡¿Por qué me hiciste tan pendejo?!

—Mexique... Si hablas tan rápido. No te entiendo.

—Quería que todo saliera bien, ¡pero no!

—Sweetie, keep calm, please —le sujetó de las mejillas para que se miraran.

—Wey. Por eso me pongo tan pendejo.

—¿Eh?

—Eres tan bonito que me derrito y a la vez me caliento tanto que quisiera morderte hasta el...

—I don't understand you —rio bajito.

—¿Quieres ser mi chavo?

—¿Chavo? —estaba muy perdido.

—Sal conmigo.

—¿A dónde?

—Wey. Solo dime que sí y bésame.

—Do you want a kiss?

—Por favor.


Canadá sólo rio entre dientes antes de agacharse un poco y rozar su mejilla con la del tricolor. Con vergüenza y las mejillas rojas, divertido y nervioso, así cedió un rápido beso en la mejilla del latino.


—La neta soy feliz solo con eso... Pero ya que estamos en esto y estás tan cerquita —sujetó los hombros del canadiense para que no se irguiera.

—Mexique?

—Bésame bien, güerito.


Y sin pensarlo, probó esoslabios de miel. Lo besó con miedo al rechazo, pero sin arrepentimiento. Sindesear abrir los ojos y quedarse en su pequeño sueño.

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora