30.

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—Estoy asustado, Mexique —temblaba, se aferraba a esos brazos que lo consolaban.
—Maplecito, tú puedes —intentaba ser fuerte—, quédate conmigo.
—Pero las voces... Son muchas voces.
—Sólo enfócate en la mía —sonrió mientras acariciaba esas mejillas—, solo mírame y háblame.

Lo intentaba, se centraba en esos ojos marrones que le dedicaban dulzura, sonreía ante los besos en sus labios, quería quedarse con él.
Pero las voces.
Los susurros.
Las órdenes.
Eran ecos en su cabeza, le martillaban los sesos, le gritaban y hacían cimbrar sus oídos. Eran las voces horribles de un solo demonio interno. Era su deseo por tomar su hacha y romper la vida que tuviera en frente. Era su sangre ardiendo y pidiendo combinarse con la ajena. Era su otro "yo" que reía a carcajadas con el dolor y los gritos de agonía. Y no tenía piedad. Jamás daba tregua.

—Mexique —lloraba desesperado, porque tenía miedo—. Vete. Por favor... Vete
—No me iré.
—¡Hazlo! —jadeó—. Por favor.
—No, chingada madre... —le sujetó fuertemente—. ¡Porque no voy a volver a abandonarte!
—Avísale a ONU —sollozó sujetando su cabeza—, dile que sigo vivo... Qué el sigue vivo y me desgarra por dentro.
—¡Maple! Eres más fuerte que eso.
—¡No lo soy! —jadeaba apretando su cráneo más y más—. Nunca lo fui.
—No me iré —sentenció México.
—Sí no te vas —lo miró apenas—. Te mataré —sus ojos perdían brillo y se volvían negros, declaraban peligro.
—No lo harás.
—Lo haré... Y lo disfrutaré.




Notas finales:

Dejaré esto como una idea suelta que tal vez algún día explique y expanda XD

Me gustó, pero sé que voy a sufrir.

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora