Chiquis [México x Canadá]

175.

#Defectos.

—¿Pero qué?

México vio una flor en su camino, en medio de la acera, y dedujo que tenía un acosador. Porque era la tercera puta flor que se hallaba cuando su ánimo estaba por los suelos... Literal... Su mirada pasaba más en el suelo y por ende se hallaba esas flores con facilidad.

Y era raro.

Pero le daba igual.

Recogía la flor porque tampoco iba a dejarla como basura por ahí, se la llevaba a casa y la colocaba en un florero... Y después se bebía un tequila y verificada el refri. Sus días se estaban volviendo así de monótonos.

—Y la culpa es tuya, ¡pinche poste culero!

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Ucrania sintió que lo descubrieron, escuchó un ruido cercano, pero debió ser un ave. Se sintió mejor al saber que no lo hallaron en su fechoría, por eso siguió revisando las cosas que su amigo escondía. A veces rodaba los ojos porque Canadá estaba acumulando cartitas para México que escribía cada que se sentía del asco...
Entonces eran muchas...

Canadá no notaría si faltaban unas diez.

Se las guardó apurado y devolvió el cofre secreto de Canadá para fingir que nada pasó.

—Cómo diría, México... Vámonos a la verga.

Y se escapó por la ventana, a pesar de que estaba allí como una visita cualquiera, pero tenía que ponerle un toque picante y peligroso al asunto. Así valdría la pena. Porque iba a arreglar eso por las buenas.

Ya no servían los detalles secretos que el maple le dejaba a México.

Ya no podía seguir escuchando los lamentos de Canadá.

Ya no soportaba envidiar el amor que su amigo sentía por el tricolor latino.

¡Estaba cansado de la cobardía de su mejor amigo!

—Me vas a deber una muy grande, Canadá.