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—¿Qué haces maplecito?

—Viendo unos videos —canturreó contra el celular—. ¿Y tú?

—Pensando en ir a verte.

—Me encantaría que lo hicieras, pero debes quedarte en las reuniones —rio bajito por la queja del otro lado.

—Pero me aburro.

—No debe ser tan malo.

—Lo es —suspiró pesadamente—, pero no quiero hablar de eso... Mejor dime qué ves.

—Una lista de reproducción que Hub hizo para mí... —mordió su galleta.

—¿Dejaste que el niño jugara con tu computadora personal? —aún recordaba la travesura de la última vez.

—No... No esta vez. La lista está en su página.

—Ah bueno.

—Sólo me dio el pase y...

—Espera, ¿qué? —sostuvo el celular con fuerza—. Maple..., ¿estás viendo videos en la página de tu hijo?

—Sí.

—¡Maple! ¡No lo hagas! ¡Maple!

Pero la llamada de cortó y tal vez fue culpa de su batería muerta.

Puta vida.

Necesitaba un celular con urgencia o su maplecito se traumaría por culpa del mocoso.

—¡ONU, necesito irme urgentemente a salvar al amor de mi vida!

—¿A Canadá?

—¡¿Hay otro amor de mi vida?!

—¿Qué le pasó?

—Aún nada... creo... ¡Pero necesito irme!

—No —ONU ya sabía lo dramático y exagerado que era México—. La reunión va a empezar y es necesaria tu presencia. ¡Sin peros!

Nadie entendería lo ansioso y desesperado que estuvo en esa reunión y en la siguiente por culpa de su celular muerto y su falta de cargador, pero gracias al cielo pudo escaparse en la tarde y correr -casi literalmente- hacia la casa de su maplecito.

—¡Maple!

No le respondieron y pensó lo peor, por eso subió corriendo al estudio de su Canadá en busca de algún trauma que curar o algo así... Pero no halló eso, solo un concentrado Canadá que casi se cae de su silla por el susto, pues llevaba sus auriculares y no escuchó al tricolor.

—¿Mexique? ¿Qué haces aquí? ¿Y tus reuniones?

—¿Qué videos? —jadeó sin respirar bien.

—¿Eh?

—Qué videos te... guardó... El Hub.

—Oh, ¿quieres verlos conmigo?

—Maple... sí quiero verlos.

Canadá se los mostró sin problemas, México entró en pánico al ver el logotipo de PornHub en la pantalla, un par de nombres raros y... ¿Eso era un anime?

—¿Qué?

—Hub los cargó para mí —sonrió—. Es interesante... mira —señaló a los protagonistas—. Son súper héroes o algo así, lo acabo de empezar.

—¿Hice todo este drama por nada?

—¿Drama?

—No. No —suspiró aliviado y abrazó a Canadá—. Ya no me hagas caso.

México sabía que el chiquillo debía estar riéndose de él y su susto sin fundamento. Casi podía escucharlo. Pero no importaba esta vez, si al menos Canadá no vio algo para adultos.

—Mexique... Me gusta tenerte aquí... Pero. ¿Y las reuniones?

Justo entonces, México escuchó el teléfono de Canadá sonar y solo pudo tensarse. Seguro que ONU ya descubrió su escapada.

Chiquis [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora