Capítulo 43

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Conforme pasaban los días, un clima de total camaradería y trabajo se había desarrollado en el estudio fotográfico, y nada parecía haber perturbado esa parte, como Olivia había prometido. Marina descubrió que Olivia estaba mucho más pendiente de ella a través de su cámara, mucho más de lo que una lente fotográfica pudiera requerir.

Marina comenzaba a reconocer ese lenguaje oculto en su mirada, en los sutiles movimientos de su cuerpo, y la encantadora curva de su sensual sonrisa que solo podía tener un significado. Pero nadie podía suponer que Olivia había revelado sus sentimientos y sus intenciones, aunque la modelo podía entrever mucho más de lo que la fotógrafa pudiera ocultar.

Olivia estaba haciendo un trabajo fino, lento y minucioso y no justamente estaba pensando en la fotografía. Olivia podía apreciar en Marina una gran y perturbadora curiosidad. La pudo ver en ella desde un primer momento y eso era algo que pensaba usarlo a su favor.

No la presionaría. Se aseguraría de que la modelo, no solo se acostumbrara a esta nueva realidad, sino que también a ella, para después al final lograr lo que deseaba.

Porque a medida que pasaban los días ella podía leer en la expresión y en la mirada de Marina una gran mezcla de inquietud y ansiedad. Podía adivinar el revuelo que le provocaba lo desconocido. Pero Olivia también era muy paciente cuando se trataba de algo que quería conseguir y esto más que otra cosa en su vida quería que fuera especial.

Oh sí, anhelaba con cada fibra de su ser que cualquier cosa que sucediera con Marina fuera realmente único.

La deseaba, física y mentalmente. No podía dejar de pensar en ella y sobre todo no podía dejar de imaginar cómo sería tocarla. En su mente había concebido que Marina fuera suave y tierna como se la veía, pero también adivinaba que en su interior se escondería una mujer salvaje y completamente apasionada. Estaba segura.

Y eso la inundaba de una increíble excitación.

Paciencia, se decía una y otra vez, porque se veía concretar su sueño cada vez más cerca, tanto que había momentos que hasta parecía saborearla.

Paciencia, se decía. Ya llegaría el momento, estaba cerca, podía vislumbrarlo.

Se acercaba la fecha de hacer un viaje con Marina a México, donde una empresa de cosméticos la había contratado. Olivia tenía ahí una oportunidad, y no pensaba desaprovecharla.

¿Marina era tan débil como pensaba? ¿Era tan voluble como le había demostrado?

La traición esta de modaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora