Capítulo 28

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Todo fue más difícil de lo que se habían imaginado

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Todo fue más difícil de lo que se habían imaginado. Separarse esa mañana fue la prueba más significativa de la clase de sentimientos que se habían apoderado de los dos en tan poco tiempo, solo en ese fin de semana.

Y fue más difícil aún, cuando Mauricio le comunicó que iba a estar fuera de Buenos Aires casi toda la semana. Un trabajo ya programado desde hacía unas semanas, le hacía imposible a Mauricio deshacer el compromiso, al cual le hubiera encantado rechazar con tal de poder ver a Marina.

Pero ella solo sonrió y le dijo que ella también estaría ocupada y que la semana pasaría rápido. Aunque ella misma no estaba tan segura de eso.

Marina estaba en su departamento, hacía horas que se había despedido de Mauricio y todavía podía sentir su sabor en su boca. Los besos de despedida habían sido tan maravillosos como desgarradores, porque solo revelaban y confirmaban el doloroso lapso de tiempo que estarían separados.

"Voy a hacer lo más rápido que pueda" le había dicho él entre sus labios, mientras la besaba con desesperación. Pero Marina sabía que eso era imposible. Volar hacia dos provincias situadas en extremos opuestos del país para hacer sesiones fotográficas no era algo que se pudiera hacer "más rápido de lo que se pueda"

De todas maneras adoraba la forma en que Mauricio trataba de apaciguar la tortura que iban a sentir toda la semana por estar separados.

"El viernes mi amor, hasta el viernes cuando nos volvamos a ver"

Marina abrazó su figura con solo recordar esas palabras, palabras cargadas de promesas que de solo pensarlas la hacían estremecer.

Sonrió risueña, porque a pesar de que hacía ya tiempo que había vuelto a su departamento, no había hecho otra cosa que pensar en él, y se dijo a si misma que se tendría que ir acostumbrando, porque era así como iba a ocupar la mayor parte de su tiempo esa semana.

Pero poco a poco y a medida que iba rondando por su departamento, volvió a la realidad y comenzó a hacer todas esas cosas que usualmente la mantenían ocupada cuando no trabajaba y estaba en su casa.

Limpio su departamento, se encargó de la ropa sucia y revisó su desprovista heladera haciendo una lista de las cosas que tendría que comprar. Luego encendió su vieja computadora y se dispuso a revisar su correspondencia.

El primer correo fue de su hermana, preguntándole por su misterioso fin de semana y también para contarle que casi no podía pensar en respirar con la cantidad de trabajo que tenía pendiente.

Marina puso las manos en el teclado para comenzar a responderle, pero sinceramente no supo por dónde comenzar.

¿Cómo expresar en pocas palabras todo lo que había sucedido y aún, lo más difícil, todo lo que sentía?

Sonrió cuando sus dedos se deslizaron por el teclado para comunicarle a su hermana que si quería saber más, tendría que venir a verla. Enfatizando la frase "Es imposible por mail expresar lo que me está pasando" una frase que si bien era cierta, también sabía que Eugenia no la iba a poder resistir.

Revisó otros mail hasta que encontró el de Paula, la secretaria de Olivia, la que le enviaba la agenda de trabajo para toda la semana.

Marina no pudo más que abrir los ojos por el estupor, porque ahí tomó plena conciencia del significado que Olivia había querido darle a la frase "full time"

El martes a la mañana tenía sesión fotográfica en su estudio desde la mañana temprano y a la tarde otra en una plaza céntrica de la ciudad, y esa misma noche partirían hacia Mar del Plata.

En esa ciudad se imaginó que harían una sesión en la playa y luego tenían programado un almuerzo con diseñadores locales para inaugurar la próxima temporada que estaba pronta a empezar.

Y el jueves, que para Marina le pareció era el peor día, la sesión empezaba muy temprano en el puerto de Olivos, luego en un shopping de Capital y a la noche un cóctel en el Hilton, para la presentación de un nuevo diseñador de calzados, el que se estaba abriendo paso en el mercado. Y para terminar la semana, el viernes solo tenía agendado una sesión fotográfica por la mañana en el estudio de Olivia. Y agradeció que se diera de esa manera, porque no tenía mucha idea a qué hora regresaría Mauricio de su viaje.

Como sea, y a pesar de todo, se alegró estar tan ocupada con su trabajo, de esa manera no extrañaría tanto a Mauricio.

Aunque ya nada era lo mismo sin él. Para ser sincera y sobre todo para dejar de engañarse de una vez, ya nada era lo mismo sin él. Ni siquiera saber que estaría ocupada, ni siquiera saber que el jueves estaría en el Hilton, el lugar en donde lo vio por primera vez, pudo con la ansiedad que comenzaba a invadir su corazón y la clara sospecha de que su vida había cambiado para siempre.

La traición esta de modaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora