XXIII "Incógnitas"

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Lucía POV

Pasaron un par de días. El cinismo de mi parte hacía Valentina continuaba. Por suerte, al mismo tiempo progresabamos con la síntesis, tanto que ya era miércoles y habíamos terminado el borrador completo del trabajo, sólo teniamos que pasarlo en blanco y editar algunas cosas, luego tendríamos unas dos semanas y media para no hacer nada.

--Vale preciosas, ¡el borrador de la síntesis sobre el abuso sexual está definitivamente terminado!-- hablo Lidia felíz.

--Por fin, Dios, que estrés-- agregó Carlota tomandose la cabeza.

--¿Os apetece celebrar mañana?, podemos hacer una fiesta en la mansión, se la pedire prestada a Bruno-- mencionó Valentina mirandome de reojo.

--¿Mañana no es víspera de año nuevo?

--Si, podemos hacer una fiesta para celebrar ambas cosas, ¿Que os parece?

--Por mi bien, hablaré con mi familia para decirles que no festejare con ellos este año
--hablo Lidia tomando el teléfono.

--Lo que dijo la amante de los panes
--contestó Carlota recibiendo un pequeño golpe por parte de la ojiverde seguido de una risilla.

Todas me observaron interesadas.

--Yo creo que me voy a quedar en casa, no tengo muchas ganas de salir.-- respondí apartando mi mirada hacía la ventana.

--Pero... es año nuevo, el primero que pasas lejos de casa, ¿Cierto?, ven a disfrutarlo con nosotras.--Suplicó la rubia.

--No sé Ota, tengo la cabeza en otro lado y no quiero arruinar la "Fiesta".-- Acentue la última palabra de forma que sea comprensible para Valentina que me refería a ella en particular.

La gallega hizo una pequeña mueca y bajó los ojos al piso.

--Lucy, venga, nadie debe recibir el año sólo, queremos que estés allí con nosotras, las cuatro juntas.-- Lidia me dió una de sus hermosas sonrisas y no me quedó de otra que considerarlo.

--Bueno... si...

--"Si" ¿Que?-- preguntó Valentina rápidamente.

La mire a los ojos con rabia y contesté su pregunta boluda--Si... voy a ir-- ella sonrió con suficiencia, lo que bastó para hacerme enojar otra vez, era enserio lo de la bipolaridad.

Salimos de la empresa ese 30 de Diciembre y todas juntas volvimos a los departamentos en el auto de Lidia.

--¿Que te pondrás para mañana?-- habló Valentina después de cerrar la puerta del departamento.

--¿Eso te importa?-- Me molestaba la sencillez y tranquilidad con la que me hablaba.

--Obvio, por algo te he preguntado.

--No sé, no tengo ganas de hablar.

Después de decir eso sentí un tirón en mi brazo y caí en el sofá.

--Yo si quiero hablar, necesito hablar-- dijo tomando mis muñecas para que le preste atención.

--Valentina, basta-- hablé incómoda, la tenía sobre mis caderas aprisionándome.

--Lu, perdóname, te besé en la noche de Navidad... y no hablamos nuevamente sobre eso... yo estaba, algo pasada de copas y tu estabas ahí y no pensé, y pido perdón también por hacer lo que hice en la fiesta en la Mansión hace unos días, las palabras, los insultos... todo-- habló con la voz quebrada y los ojos aguados. Sentí que mi corazón se estrujaba, pero al momento siguiente imágenes de nuestra pelea en la Mansión se presentaron ante mis ojos y las palabras hirientes que dijo se amplificaron en mi cerebro.

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