XXVII "Accidentes"

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Vale POV

Estaba por oprimir el "Play" cuando escuché que la puerta de Lucía se abría y me giré para ver a la extranjera.

--¿Que haces?-- pregunto ladeando la cabeza, dándole un toque tierno.

--Vere Riverdale por quinta vez-- contesté sonriendole.

--¿Es una Película?.

--No, una serie, de las mejores que he visto, en mi humilde opinión-- aseguré. Vi el como habría y cerraba su boca sin encontrar palabras para lo que sea que quisiera decir.--¿Quieres verla conmigo?-- pregunté al final, deduciendo las intenciones de la joven rubia que tenía delante. Ella mordio uno de sus labios, conteniendo una sonrisa apenada y asintiendo de forma tímida, como si fuese una cria que acababa de hacer alguna diablura. ¿Como puede ser tan jodidamente tierna y sexy al mismo tiempo?. Se colocó al otro lado del sofá.--Lucía, tranquila, no muerdo, puedes venir más cerca, además, las mantas no llegan hasta ahí-- mencioné divertida a lo que la rubia asintió con un leve sonrojo y se acercó mucho más a mi. Admito que si tengo ganas de "morderla", pero en otras circunstancias.

Comenzamos a ver la serie desde el principio, nunca me cansaria de verla, aunque por el momento, sólo me conformaba con escuchar las charlas de los personajes, ya que mis ojos estaban puestos en los gestos que la rubia daba al observar la pantalla con mucha atención.

--Wow, ¿Quien es ella?-- preguntó apuntando a una sexy pelirroja que apareció en pantalla.

--En la serie es Cheryl Blossomm-- hable divertida al ver a la rubia perdida viendo la pantalla-- Y la actriz se llama Madelaine Petsch-- terminé, observando como buscaba algo rápido en su móvil en lo que parecía ser, Instagram.

--Dios...-- habló en un susurro audible cuando comenzó a pasar las fotos de la ya mencionada Actriz pelirroja.

--Es bonita-- hable un tanto... celosa.

--Tiene un aire a la Diosa Afrodita-- contestó con los ojos perdidos en su móvil.

--Oye, creí que yo era Afrodita-- respondí fingiendo estar dolida.

Los ojos de la extranjera se abrieron en gesto de sorpresa y alarma, haciéndome contener una carcajada.

--N-No, vos sos Per-Perséfone, y bueno, después de t-todo, Afrodita le tenía envidia a-a Persefone por s-su despampanante... belleza-- contestó balbuceando, para luego darse cuenta de lo que había dicho y casi caer del sofá intentando ocultar su vergüenza.

Mi estómago dolía de tanto reír, la criolla había dicho que tengo una "despampanante belleza", y me comparo indirectamente con Madelaine, esto es tan jodidamente tierno.

--Dios, eres tan tierna--solté de repente, parando de reír.

--No soy tierna-- habló Lucía sacando las mantas de su cabeza y mirándome con un puchero.

--Si, lo eres, muy muy tierna-- conteste sonriendo.

--No.

--Si.

--No soy tierna Valentina.

--Si, lo eres Lucía.

--No.

--Si.

--No...

--Si...

--¡No!...

--¡No!.

--¡Si!... ¡Scheiss!...-- contestó luego de pensar bien su respuesta, haciéndome reír otra vez.

Segundos después, sentí una fuerza que me recostaba sobre mi espalda y se colocaba sobre mi.

Lucía tomó mis brazos, llevándolos sobre mi cabeza y acercándose a mi oreja.

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