IXL "Visitas"

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Lucía POV

Estaba mirando por la ventana con la mano en el mentón, esperando que la campana para salir sonará y que pudiese dejar de escuchar a Kerstin hablando sobre su línea de perfumes.

La reunión terminó en 15 minutos, los mellizos expusieron su punto de forma impresionante y Valentina ni siquiera lo debatió con nosotras antes de firmar sus papeles, obviamente estaba en todo su derecho de hacerlo ya que era la dueña de la empresa, pero por lo menos podía habernos preguntado.

Hace una hora que estoy escuchando hablar a "Los tres amigos inseparables" de forma efusiva mientras se hacen bromas y ríen a más no poder.
Carlota y Lidia dijeron una excusa muy creíble para poder salir antes de tiempo, las fulmine con la mirada mientras salían por la puerta, ellas me dieron una mirada de disculpas que me hizo rodar los ojos. Traidoras.

La bendita alarma sonó haciendo que pegara un salto y me fuera para la puerta rápidamente mientras me despedía de ellos.

--Bueno, yo me voy, fue un gusto conocerlos, espero nos podamos ver otra vez.-- hable de forma efusiva.

--Oh, bueno, yo estaba pensando en que podíamos ir a almorzar juntos.-- hablo Blaz haciendo que parara en seco.

--¡Es una muy buena idea! ¿Que dices Lucía?.-- menciono Valentina haciendo que suspirara.

--Me... parece bien.-- conteste fingiendo una sonrisa.

Media hora después estábamos pidiendo una mesa en un restaurante bastante caro para mi bolsillo.

Blaz y Kerstin estaban haciendo la reservación mientras que Valentina estaba con su teléfono a mi lado.

--Val, tiene pinta de que acá te cobran una banda, y yo no tengo tanto...-- hablé mirando a todos lados mientras me acercaba a ella.

Subió sus ojos a los míos con expresión extrañada.

--Tienes un acento muy hermoso, pero las palabras que utilizas son inentendibles para mí.-- soltó, para luego darme una pequeña sonrisa.

Sentí como mi cara se calentaba un poco, no se si por la vergüenza de lo que dijo o por su tierna reacción y sutil mueca. Aparté la mirada y traté de explicarme mejor.

--No se si voy a poder pagar lo que consumamos acá, parece un lugar muy caro...

--Lucía, tranquila, estás hablando con la mujer más rica de España, no tienes que preocuparte por eso.-- rebatió de forma soberbia, dios mío, esta mujer.

--Se supone que todas tus cuentas bancarias están bloqueadas, ¿Con qué plata pretendés pagar?

--¿Piensas que Bruno me dejaría sin dinero? No puedo usar mis tarjetas, pero si es efectivo no hay quien se entere.-- Sonrió con suficiencia, lo que hizo que yo también sonriese.

Al instante los Alemanes llegaron a nosotras para guiarnos a la mesa, nos sentamos y ellos empezaron a charlar otra vez de forma animada.

--¿Recuerdas cuando a Blaz se le cayeron sus pantalones en aquella piscina de Madrid?.-- pregunto Freyja mirando a Val mientras sonreía.

--¿Como olvidarlo?, ¡estaba completamente avegonzado!, ¡había más de 500 personas en es parque acuático!.-- respondió la gallega efusivamente mientras soltaban carcajadas.

--Bueno, bueno, ya basta de nosotros, ¿Porque no interrogamos a la señorita Lucía?.-- mencionó Frey medio rojo por lo anteriormente dicho por las mujeres.

--Ja(si), ¿De dónde eres Lucía?, estoy segura de que no eres de España.-- hablo ahora la rubia, acá vamos de nuevo.

--Argentina, ciudad de Santa Fe.-- respondí mirándola.

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