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Cuando termino la misa nos despedimos de los Castro y nos fuimos a casa, baje la mirada cada que ellos me hablaban o se acercaban para abrazarme, no me gustaba que me vieran llorar.

Llegamos a casa y como era costumbre vimos todas las películas donde salía mamá, la boda de mis papás, los bautizos y primeras comuniones y sacamos las fotos que teníamos de ella recordando cómo es que la habían tomado.

Mi mamá era preciosa, su tez blanca la hacía sobresaltar al igual que su cabello negro como la noche, tenía una nariz afilada y sus ojos negros te dejaban hipnotizado.
Mi papá dice que eso fue lo que lo enamoro.
Era muy alegre, su voz tenía ese timbre que te hacía voltear a verla aunque no quisieras.

Terminamos de ver las películas y mi hermano pidió una pizza para comer, comimos todos juntos riendo y compartiendo como una buena familia.

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MARCOS P.O.V.

Iba despertando cuando Kevin toco mi puerta y como perro por su casa se pasó y se paró en el filo de la cama.

-¿Que quieres Verga?.- le dije enojado.

-El papá de Isabela, nos invitó a una ceremonia en honor a su esposa ¿Vas?.- me paré como relámpago y me acerqué al closet buscando ropa para ponerme.

-No que no verga.- dijo mi hermano riendo y saliendo del cuarto.

Media hora después ya estaba listo baje y ya estaban esperando abajo, vi a Ana y la salude al igual que a Chiquete.

Me fui en el Jeep con Kevin , Ana y Chiquete llegamos al mismo tiempo que mis papás.

Isabela y su familia ya estaban afuera de la iglesia con el padre.

Ellos nos saludaron y el padre nos guió hacia adentro.
Había una foto al lado de lo que supongo eran las cenizas, la señora era idéntica a Isabela, todos tenían facciones de ella pero, Isabela se parecía más.

La misa transcurrió y el padre pidió que alguien pasara a dedicarle unas palabras a la señora Isabel.
Mi mamá tomo la mano de mi papá dándole un apretón pidiendo fuerza cuando Isabela se paró de su asiento.

Comenzó a hablar y de un momento a otro sus lágrimas empezaron a salir, me partió el corazón verla así.

Su papá también estaba llorando, cuando mencionó el como vio a su mamá dentro del camión, así que supongo que el también estaba recordando ese momento.

Mi mamá, Mayve y Ana estaban echas polvo, jamás imaginé que algo así había pasado, tenía un nudo en la garganta y un chingo de ganas de ir a consolarla.

Mire de reojo a Chiquete y sabía que también se estaba aguantando las ganas de llorar.

Carlos se paró y la abrazó y después todos los hermanos y en papá fueron con ella.

Salimos de la iglesia dándoles un momento más íntimo.

Ella salió y aceptó nuestros abrazos y las palabras de mi mamá pero se miraba como ída.
Todos nos dimos cuenta de eso cuando se subió al carro y cerró la puerta.

-Discúlpenla.- Su papá pidió perdón en su nombre haciendo que todos negáramos.- Es solo que ella es muy frágil, mi esposa deseaba tanto tener una niña, al principio, cuando nos dijeron que eran dos, pensábamos que eran dos niños por que así nos lo dijeron en el hospital, cuando nacieron nos entregaron a una muñequita tan hermosa.- Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.- Ese día, yo no quería que fuera con migo.- Se refirió a su esposa.- Pero ella no quería dejarme solo, quien iba a pensar que un borracho acabaría con su vida, el tuvo la culpa, el se cambio de carril chocando con nosotros y haciendo que nos saliéramos de la carretera, cuando desperté solo la vi a ella y no pude imaginar el dolor que sentirían mis hijos, no sabía que hacer, solo tenía que ser fuerte por ellos.- dijo mirándolos y mirando hacia el auto.

Nosotros nos quedamos en silencio y mi papá le dio la mano y un abrazo, nosotros igual, dándole la fuerza que necesitaba en estos momentos.

Vimos cómo se iban en su auto.

-Pobre Isabela, estaba bien chiquita.- Comentó Mayve.

-Deja tú de ella, de todos, pobres de ellos han sufrido mucho.- Comentó mi mamá aún limpiando sus lágrimas y subió al coche.
Los demás nos dimos una mirada triste y de igual forma nos dirigimos a la casa.

Me quede viendo hacia la ventana de Isabela, pero no había movimiento.

No se que vergas me pasaba, parecía adolescente viendo si pasaba la que me gusta.
Pero estaba convencido que no era así.
Isabela no era mi tipo, solo sentía la curiosidad de conocerla, solo eso.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora