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Kevin y Eduardo no tardaron mucho en llegar a casa, no tenía hambre, solo de si algunas probadas a la comida pero nada más.
Estaba siendo una muy mala anfitriona pero me sentía muy mal.
Después de que se fueron subí con los bebés en mis dos brazos, los acosté en la cama y les di el biberón, Eduardo subió atrás de mi mirando de lejos todas mis acciones.

Los niños estaban muy inquietos, no paraban de llorar y solo trataba de mantenerlos tranquilos, pero no podía.
Eduardo estaba en su estudio editando los videos que subiría.
Escuché como se se abría la puerta de la habitación, el entro cargando a Eduardito mientras yo tomaba a Frida, ella jalo mi cabello causando un dolor punzante en mi cabeza.

-¡No! ¡No hagas eso!.- Dije con firmeza haciendo que la bebé llorara con más intensidad y me quejé.

-¿Como se te ocurre gritarle así a La Niña Isabela?.- Me regaño Eduardo y yo rodee los ojos.- Son muy tranquilos, es natural que los niños lloren aveces.

-Y desde cuando estás tú aquí para darte cuenta que son muy tranquilos, no haces más que irte de viaje y estar trabajando y grabando videos, no estás en la casa Eduardo, llegas cuando los bebés están dormidos.

- No te comportes así con ellos solo por que estás enojada conmigo verga.

-No Es solo eso, para empezar puedo asegurarte que te casaste conmigo solo por que estaba embarazada, para ti somos mas que unos adornos nada más, ahora entiendo todo, tanta insistencia para "protegernos" solo era tu Plan Para que nadie supiera que estabas casado y así hacer tus cochinadas.- Dije enojada.

-No digas eso, los amo, tú y mis hijos son lo mejor que me ha pasado.

-Si Claro.- Dije irónica.- Nos quieres como a tu corvette claro está, solo somos un estorbo.

-No son eso Isabela entiende, deja se ser tan terca.

-Si no te vas tú, me voy yo.

-¿Que? no puedes estar hablando enserio, dijiste que no te irías.

-Dije que no tenía a donde ir, no quiero dar molestias Eduardo, mis hermanos no están acostumbrados a los niños, pero la casa es mía, así que decídete.- ordene.

El se quedó en silencio.
Avance al closet y saqué una maleta grande, empecé a empacar lo que se me atravesara.
El me vio desde la orilla de la cama sin decir nada.
Fui al cuarto de los bebés e hice lo mismo.

Tome las dos maletas y las eché en el coche, regresé y puse a los dos bebes en su asiento.
Vi como el se agachaba, estaba llorando, pero no iba a solucionar nada.

-Buenas noches.- Dije saliendo de la casa ¿Que iba a hacer?
No estaba pensando, por dios. No podía llegar sin más a la casa con mis hermanos, en estos momentos no quería dar más explicaciones.
No quería darles una razón más para que lo odiaran por que ni siquiera yo podía hacerlo.

Encendí el coche y salí de la casa aún dudando si era lo correcto, pero ya no podía echarme para atrás.

Recorrí las calles entre en desesperación, casi no me gustaba manejar de noche, me daba miedo, maneje un rato más buscando algún hotel decente.

Baje del coche pidiéndole ayuda al guardia para llevar las dos maletas mientras yo bajaba los dos porta bebés.

Me registré y subí a la habitación.

Saqué a los bebés y los recosté en la cama.
Apague las luces y cerré la puerta con llave, solloce contra la almohada, mi vida era un desastre, no sabía en que momento todo se había vuelto un infierno.

En medio de la madrugada el sueño me venció.
Desperté con un pequeño quejido, Eduardo como su padre, era el más madrugador, tenia sus ojitos abiertos y me estaba mirando.
Un sentimiento se instaló en mi corazón, estos bebés eran lo mejor que me habían pasado, yo amaba a su padre y si el no quería estar presente en sus vidas lo entendería.

Frida abrió los ojos poco después y reclamó mi atención con una pequeña risa.
Aunque quería quedarme en la cama tenía que atenderlos, coloque dos almohadas a los costados de la cama y preparé dos biberones grandes.

Se los di en las manos para que ellos los tomaran y fui a lavarme la cara, busque mi teléfono y vi en el registro casi cincuenta llamadas perdidas de Eduardo y mensajes de voz también de su parte.
Escuché el último, se escuchaba un poco de eco y el decía que el viaje a Sonora para la entrevista a Cornelio Vega se había adelantado y que cuando regresara me buscaría por cielo mar y tierra.
Claro iría a Sonora, los malos pensamientos llegaron nuevamente a mi cabeza y pensé en cuántas malditas veces me había cuenteado con sus viajes y videos.
Después de un rato agarre las maletas y conduje hasta mi casa.
Antes de bajar las maletas baje con los bebés y no había nadie, supuse que estaban trabajando.
La casa estaba reluciente exageradamente así que supuse habían contratado quien limpiara.
La puerta se oyó y entró mi suegra, si aún le puedo llamar así.

-Vi cuando llegaste en el carro.- avanzó a saludarme.- ¿Donde están las cosas más bellas del mundo?.- se dirigió a los bebés y cargó a Frida acariciando a Eduardo.- Marco me mando mensaje que se iba de viaje con los muchachos, ya le dije que te cargara con el el hijo de la verga.-Yo me reí incómoda.- ¿Pasa algo?.- me preguntó intrigada.

Yo la mire triste y las láminas rodaron por mis mejillas, ella dejó a la bebé en su lugar y se acercó a darme un abrazo maternal.

-¿Que tienes muñeca?

-Yo, dejé a su hijo señora, lo siento mucho.- Limpie las lágrimas en mis mejillas.

-¿Pero por que muñeca que te hizo?

-El, me engaño, se estaba viendo con otra mujer en Sonora, por eso todos esos viajes, me ha estado viendo la cara todo este tiempo.- Lloré aún más y ella no hizo más que abrazarme.

-Lo voy a matar al hijo de la verga, se lo advertí.- Contestó ella sería y un rato después salió de la casa, se notaba su molestia desde lejos.

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Hola bebés.
Mi amiga cprz1012 acaba de subir una nueva nove que se llama "Que tal si eres tú?" Vayan y échenle un vistazo se pondrá buenísima 👌🏼👌🏼

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora