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-¿Y como le vas a pedir que se case contigo?.- Le pregunté a Daniel.

-Tengo un amigo en Cinépolis.- Paró para tomarle a la cerveza.- Le pedí precios por que pues está chido algo así y mande hacer un video con un compa de los dos y pues así.- Prosiguió.- Eso si necesito de su ayuda, la semana que entra es nuestro aniversario, ese día tengo planeado hacer todo, le voy a decir que estaré fuera trabajando por unas horas, quiero que tú Isa la lleves por ahí y después se vayan al cine, ahí ya va a estar su familia y pues nosotros y tus suegros que somos los más unidos entre las demás personas que vamos a contratar para que no se de cuenta- Explico y yo asentí.

-¿Puedo llevar a los niños?.- Pregunté preocupada.

-Yo los cuido.- Levantó la mano Carlos.

-No mames Carlos no te cuidas mi tu.- Le dijo Luis burlándose.- Pero yo te ayudo a la verga.

- Ustedes se están apuntando hijos de la chingada, por eso tienen papá, ustedes como saben que si se los quiere prestar.- Dijo mi papá y yo reí.

-Somos sus tíos, no mames Markitos, te dimos una hermana, es lo menos que puedes hacer por nosotros.- Reí mas por el comentario de Luis.

-Simon, si se Los préstamos, sirve que yo le ayudo a mi compa ¿Me deja hacer un video de eso?- Le preguntó a Dani

-Si, ya sabe cuñado.- Le respondió Dani.

Después de cenar fuimos a dejar a Luis que venía en el coche con nosotros y agarramos camino para la casa.

- ¿Como vas a hacer el video?.- Le pregunté ansiosa.

-Pues de los planes de la pedida de mi cuñado.- Me contestó.- Vas a salir por primera vez en uno de mis videos.

-¿Como?.- Pregunté confundida.

- Quiero que ya te vean más conmigo pues, sin esconderte ni nada.- comentó.- Digo si quieres tampoco te voy a obligar.

-Bájale a tus humos  Eduardo que en ningún momento te he dicho que no, solo me sorprendió y ya.

-Pues que no te sorprenda.- Su comentario me hizo rodar los ojos. - Igual mañana voy a hacer un video con los plebes y pues que salgan los niños ahí con nosotros.

-¿Estás seguro?.- Pregunté asombrada.

-Si ¿No quieres?.- Me preguntó serio.

-No... si.. pues son tus hijos, solo era una pregunta corajudo.- Le conteste extrañada.

Llegamos a la casa y tan pronto como los bebés se durmieron me metí a la cama, enseguida llegó el.

- ¿Puedo dormir aquí?.- Me preguntó con cara de perro atropellado.

-Como quieras.- Dije fingiendo que no me importaba, pero la verdad es que me estaba muriendo por dentro.
El entro a la habitación y se dirigió primero al baño, se escuchó la regadera, apagué la televisión y puse a cargar mi teléfono.
Me acomode bajo las sábanas y cerré los ojos.
Escuché que el salió del baño y rebusco entre los cajones.
Sentí como la cama se hundía del otro lado y después acostándose.
Sus brazos pasaron por mi cintura haciéndome erizar.

-¿Todavía me quieres?.- Me susurró en el oído.

-Claro que te quiero.- Le respondí de la misma manera.

-Yo te amo Chavela, demasiado, deja de ser tan distante conmigo.- Suplico.

-El día que me demuestres que te importo, entonces ese día hablamos.- Le dije molesta.

Ya sabía sus juegos, me juraba amor eterno, caía una vez más y ahí estaba llorando nuevamente.

-¿Como quieres que la despida?  ¿Que pretexto le voy a dar?.- Me preguntó frustrado.

-¡¿Que?! ¿Es enserio Marco Eduardo?.- Me di la vuelta enojada.- Créeme que quiero confiar en tu versión de los hechos, quiero creerte, pero no puedes poner excusas para no sacarla a patadas después de lo que hizo, sinceramente, empiezo a creer que todo te lo estás inventando.

-Isabela ya te expliqué que fue lo que pasó.

-Bueno pues, te estoy diciendo que la despidas si fue así ¿Como es que siendo el jefe permitiste una falta de respeto así?.

- Haber si lo acepto, debí despedirla desde el principio hombre ¿Pero ahora que excusa le voy a dar? Haber dime.- Me dijo intrigado.

-No puedes estar hablando enserio, si hubiera sido al revés tu irías directamente a pelear.- Levante la voz un poco.

-¿Y por que no vas tu corazón?.- Me dijo con sarcasmo.- ¿Por que no vas a pelear?

-Por que no voy a caer tan bajo y pelear por ti, eso "corazón" jamás lo verán tus ojos.- Le dije con coraje.- Yo se lo que valgo.

- Entonces ¿Por que quieres que la corra?.

-Eduardo, te vio la cara de pendejo y me la quiso ver a mi también aunque ella no sepa de mi existencia.- dije dolida.- ¿No te das cuenta? Pase horas preguntándome que había echo mal y que tenía ella que yo no podia.

-Nada, nadie tiene que más que ofrecerme, Isabela, desde que te conocí supe que sería diferente contigo, soy un pendejo, eso lo sé, cometí errores de los que me arrepiento todavía, pero te prometí que iba a cambiar y lo hice.- Me dijo triste.- No sabes el infierno que pase pensando que te había engañado, que les había fallado, no recordaba nada, no puedo correrla amor, correría el riesgo de no encontrar a alguien rápido y parar el proyecto, entiéndeme, dale una oportunidad, te prometo que los llevare conmigo a cada viaje que haga.

-No es eso Eduardo, yo se que necesitas tu espacio, solo que no me da buena espina todo esto.- Le dije ya un poco más calmada.- Ta voy a dormir, no tardan en despertar para pedir de comer y por lo menos quiero saborear el sueño.

Me recosté en la cama y sentí nuevamente sus brazos abrazándome, como quisiera sentir sus brazos toda la vida.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora