Los meses pasaron y aunque me dolía cada día tenía que demostrar fuerza por mis hijos.
Eduardo se hizo cargo de todos sus gastos, mis hermanos y mi papá no dejaron que trabajara por el embarazo, lo cual agradecía por que este estaba resultándo ser mas pesado que el pasado.
Mis días de panzona se están agotando, la familia de Eduardo siguen en contacto conmigo a pesar de las diferencias y a el trato de no verlo.
Evitó estar o salir cuando veo su carro afuera y los niños se los dejo con Mayve o con su mamá para que el está tiempo con ellos.Lo más difícil fue aceptar que todo lo malo ya había pasado, supongo que siempre te aferras a los buenos recuerdos.
Hoy estaba en camino al hospital para mi última cita del mes.
Checaron que todo estuviera en orden, pero algo paso que la cara de mi ginecólogo cambio radical.-Isabela, quiero que lo tomes con calma, tenemos que inducirte el parto en estos momentos.- Dijo un tanto preocupado.- Al parecer no tienes suficiente líquido amniótico y eso puede ser muy grave.
Aunque me dijo que no preocupara decidí ignorarlo y obviamente me asusté.
-¿Quieres avisarle a tu esposo?.- Me preguntó ignorando el hecho de que NO TENÍA ESPOSO.
Asentí y tome mi celular.
Busque entre mis contactos el número de Eduardo.Dude un poco en llamarlo primero a el pero sin pensarlo mas oprimí la tecla.
"¿Que paso? ¿Estás bien?".- Oí su voz y algo en mi se tranquilizó.
"Vine a la última consulta, solo quiero avisarte que me van a provocar el parto, en estos momentos me están preparando una habitación".- Solté sin más y escuché como el jadeo.
"¿Estás sola?".- Asentí por inercia y me sentí muy tonta.
"Si, mis hermanos están con los niños, les avisaré después de colgarte".- Dije nerviosa al ver como una enfermera entraba al consultorio. "Avísales tú mejor, voy de camino al cuarto".- termine la llamada y la enferma me traslado a la habitación.
Me cambie por la bata del hospital y me conectaron el suero, estaba nerviosa aunque ya había pasado por todo esto.
Minutos después vi entrar a un Marco preocupado.
-¿Como te sientes?.- Me preguntó tocando mi estómago y mi frente.
-Bien, no me duele nada.- Dije nerviosa.
-Todo estará bien.- Depósito un suave beso en la frente.
El doctor entró disculpándose.
-El quirófano está listo, procederemos a practicar una cesárea.- Nos dijo a los dos y yo asentí.
-Aquí te espero Isa.- Dijo Eduardo y yo asentí.
Entramos a quirófano y después de un rato todo se volvió negro.
Desperté sintiendo un dolor punzante en el vientre, mi cabeza dolía, por instinto lleve mis manos a mi estómago sin encontrar nada abultado.
Abrí los ojos desesperada y jadee de dolor al intentar pararme.-No te levantes, La Niña está bien, ahorita la traen.- Me dijo Marco.
-Me asuste.- Dije sería.
-Si me di cuenta.- Me dijo riendo.
La enfermera llegó con una niña tan preciosos en sus brazos que hasta dude que fuera mía.
Las lágrimas de felicidad inundaron mi cara y no pude evitar soltar una risa cuando lo tuve en mis brazos.-Se parece a ti.- Comentó Eduardo posicionándose enfrente de mi con una ronrisa.- ¿Ya tienes un hombre?.- Me preguntó y yo negué.- Estaba pensando en el nombre de Mia ¿Te gusta?.
-Mia Valentía ¿Te gusta?.- le pregunté y el me sonrió en respuesta.
-Se que no es el momento, pero extraño nuestra familia.- Volvió a sentarse mientras yo sacaba mi pecho para dárselo a la bebé.
-Tienes razón no es momento.- Respondí sería soltando un quejido por el dolor intenso que sentía.
- Se que no hice las cosas bien, si se que soy un pendejo.- Dijo afligido.
-Yo no lo estoy negando.- Respondí sarcástica.
-Estoy haciendo todo lo posible por cambiar, se que es imposible una milésima oportunidad contigo y me va a doler en el alma ver como alguien puede hacerte feliz y que no sea yo.
-Me hiciste feliz Eduardo, me diste tres niños hermosos, teníamos una familia y no es que te lo esté recordando pero tú fuiste el que la rompió.
La habitación se quedó en silencio por unos minutos que parecieron una eternidad, pero gracias a la ruidosa de mi familia la incomodidad se esfumó en cuanto ellos entraron con miles de regalos, además también venía la familia de Eduardo.
-Está preciosa.- Gritó May.
-¿Como se llama?.- Pregunto mi papá acariciando sus mejillas mientras la cargaba.
-Mia Valentina.
-Un nombre hermoso para una bebé hermosa.- Luis de acercó a ella.
Tenía que quedarme por lo menos otra noche en el hospital, jamás imaginé que tendría una cesárea, lo que uno tiene que pasar por los niños.
Mas tarde después que todos se fueron biberón a limpiar mi herida, me incomodaba un poco la mirada penetrante de Eduardo cuando me quitaron las vendas y salió a relucir la cicatriz que llevaría conmigo para siempre.
Si soy sincera, no me dolía mucho, solo cuando me estiraba o caminaba muy rápido, pude bañarme y cambiarme yo sola.
-Le hable a mi mamá, los niños se van a quedar con ella.- Eduardo entró a la habitación.- Se que no te gusta tenerme aquí, pero no me voy a ir.- Advirtió.
-No te lo estaba pidiendo.- dije sería.
-Voy a luchar por ti y mis hijos Isabela, eso tenlo por seguro.
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TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)
FanfictionUna familia de cinco personas deciden mudarse a Culiacán Sinaloa para aceptar una oferta de trabajo. El amor tocará a la puerta de uno de ellos ¿Conciencia? No lo creo...